El billar se ha convertido en mucho más que una afición para José Ángel Nogueira González. Desde que descubriera la modalidad de bola 8 hace casi dos décadas en el Café Bar Alaska de su Vilagarcía natal, su obstinación en mejorar sus capacidades le ha llevado a hacer realidad el sueño de competir con los mejores jugadores del mundo. El título de campeón de las cinco fases de la competición organizada por la Asociación Gallega de Billar Pool le ha abierto las puertas de Las Vegas para medirse a finales de mayo a la élite planetaria de esta especialidad.
A sus 43 años y propietario de una empresa de pintura y decoración, ha podido alcanzar una aspiración que viene de atrás. El Campeonato del Mundo de la VNEA le llevará durante nueve días a medirse a más de dos mil jugadores con los que compartirá meta en mesas de 7 y de 9 pies (equivalente a 30 centímetros) de longitud.
El camino no ha sido fácil. Como el propio José Ángel reconoce "mi pasión por el billar empezó sobre 1991 en el Club Billar Alaska de Vilagarcía de la mano de Francisco Javier Pujales y de mi hermano. A partir de ahí, como todo en la vida, el billar evolucionó muchísimo y hubo que echarle muchas horas para poder llegar a competir con los mejores".
El paso del tiempo convirtió al Club Billar Barilesa de Dena en su segunda casa. "Hay un ambiente muy bueno para mejorar. Yo tengo mesa en casa, pero allí siempre entrenas con más jugadores y así es más fácil mejorar por la dificultad y la oposición que te encuentras. Siempre procuro dedicarle una hora al día, pero es difícil conciliar la exigencia del billar con la familia y con el trabajo".
Su estatus dentro del billar autonómico está más que contrastado. Ganador de muchas pruebas, en su palmarés se incluyen títulos como el de campeón gallego individual de primera categoría, tercer puesto en absoluto o campeón por equipos defendiendo al Barilesa meañés, pero ahora el reto alcanza dimensiones de medida mundial.
Las Vegas le espera gracias a su condición de campeón gallego después de ser el más regular en las cinco pruebas celebradas. En la última de ellas, con Vigo como sede el pasado fin de semana, pudo defender la primera posición con la que llegaba en la general y lo hizo a lo grande al apuntarse su segundo triunfo, al que añadió un segundo puesto y dos terceros entre todas las citas. Una regularidad que le ha supuesto un billete al cielo del billar mundial y ya advierte que su ambición aún no ha tocado a su fin porque promete dar mucha guerra.
