El mejillón gallego goza de excelentes condiciones y su salud es inmejorable. Son afirmaciones repetidas hasta la saciedad de forma coloquial que ahora reciben el respaldo definitivo de la comunidad científica. Y es que así quedó patente esta mañana en el Consello da Xunta, donde se puso sobre la mesa un ambicioso informe elaborado entre los años 2000 y 2018 por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar).

La principal conclusión es que "la salud de los mejillones cultivados en Galicia se mantiene en estado óptimo desde que se dispone de registros de estudios histopatológicos". Así lo resaltan en la Consellería do Mar, de la que depende el Intecmar, dirigido por Covadonga Salgado.

Del estudio efectuado en este centro, con sede en Vilagarcía, se desprende que "la buena salud de la especie se ve reflejada en los datos de producción, haciendo que Galicia sea la primera región productora de Europa y una de las principales del mundo, con casi 280.000 toneladas en 2018 que generaron un valor económico de más de 128 millones de euros".

Se trata, inciden en la Consellería do Mar, de "las cifras más altas desde 2007, y las alcanzadas en los últimos cuatro años están alrededor o incluso por encima de la media de producción de la serie histórica, cifrada en 238.000 toneladas".

Sin efectos negativos

Centrándose en el estudio elaborado por la red de control zoosanitario del Intecmar, la comunidad científica y la Xunta concluyen que "la mayoría de los organismos que conviven en estrecha relación con los mejillones no generan consecuencias negativas".

Y por si fuera poco, "los tres parásitos que podrían tener efectos nocivos para el mejillón aparecen en prevalencias bajas, sin efectos negativos a nivel poblacional de la especie".

Estrecha vigilancia

A través de los puntos fijos de muestreo del Intecmar, situados en diferentes polígonos de bateas y bancos naturales de toda Galicia, esos y otros organismos permanecen bajo una estrecha y constante vigilancia a cargo del personal técnico, "que mantiene un exhaustivo seguimiento de la situación del mejillón, fruto de la experiencia acumulada en el cultivo y control de la especie", reflexiona la Xunta.

Al tiempo que da cuenta del "óptimo estado de salud" del mejillón gallego, el Consello da Xunta aprovecha para destacar la importancia de un centro como el Intecmar.

Desde 1992

Dice, por ejemplo, que "inició su actividad en 1992 como Centro de Control do Medio Mariño de Galicia, y fue a mediados de los años 90 cuando empezó la recogida y procesado histológico de muestras de mejillón y ostra plana de distintas zonas de Galicia para el diagnóstico de la presencia de agentes patógenos".

Poco a poco, el centro que dirige Covadonga Salgado fue ampliando el abanico de especies de moluscos bivalvos objeto de control patológico, elaborándose los primeros controles en colaboración con el Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) de Vilanova.

Así nacía la red de control oficial que se consolidó en el año 2000, "centrada en los moluscos bivalvos comerciales, como mejillón, ostra, almeja, berberecho y solénidos como la navaja y el longueirón".

Un centro de salud para molucos

Por todo eso, el Intecmar se considera "un centro de salud de primera categoría" para las especies marinas citadas, y muy especialmente para el oro negro" cultivado en batea.

"Así lo acreditan hechos como ser el primer laboratorio europeo en alcanzar la acreditación para el diagnóstico de agentes patógenos mediante técnicas histopatológicas", destacan en la Xunta.

Y eso sin olvidar que "cuenta con la acreditación de la ENAC en ensayos de control de moluscos como los de contaminantes químicos, análisis de nutrientes en agua de mar, análisis microbiológicos y ensayos de biotoxinas marinas".

En ese último apartado, el de biotoxinas marinas, el Intecmar también cuenta con la acreditación del método químico para el control de las toxinas lipofílicas desde el año 2012, tres años antes de que dicho sistema se hiciera obligatorio a instancias de la Unión Europea en todo el continente.