La participación en un campeonato de tal dimensión como un Mundial requiere no solo de un bagaje técnico a la altura de las circunstancias, sino también de una preparación física y mental absolutamente diferencial. Añade José Ángel que "te pasas todo el día jugando y enfrentándote a situaciones de presión continuamente. La experiencia de la edad ayuda, pero necesitas estar muy fino en todos los sentidos para poder ir superando a los rivales".

La prueba de las competencias que exige el billar está en la afirmación del propio jugador vilagarciano, "en España solo hay dos jugadores profesionales porque cuentan con buenos patrocinadores y pueden dedicarle 8 horas al día a perfeccionarse.