Las trabajadoras de la empresa Coinba, en concurso de acreedores, protagonizaron ayer un intento de encierro en las instalaciones de la Seguridad Social en Vilagarcía con el fin de agilizar el desbloqueo de las cuentas de la empresa por parte de la Administración, que ya había instado el Juzgado de lo Mercantil. El objetivo de la acción de la plantilla, guiada por la dirigente sindical de CIG Rosa Abuín, era facilitar, por una parte el pago de las nóminas de febrero, y que la Compañía Industrializadora de Bacalao asentada en Vilaxoán pudiera continuar con la actividad, protegiendo así sus puestos de trabajo.

Las integrantes de la plantilla y la representante sindical se reunieron a primera hora de la mañana con el administrador concursal de Coinba para conocer el alcance de este proceso, ante el temor de que se produzca el cierre de la actividad empresarial.

El encuentro resultó tranquilizador para las veinte operarias de la empresa, ya que el administrador concursal les manifestó el interés de dar prioridad a los empleos y de mantener la continuidad de esta firma bacaladera.

En cuanto al bloqueo de las cuentas de la empresa por parte de la Seguridad Social, el administrador concursal informó a las trabajadoras que se trataba de una situación irregular porque la medida se produjo después de la declaración del concurso de acreedores por parte del Juzgado de lo Mercantil. También les informó que el propio Juzgado había remitido un requerimiento a la Seguridad Social para desbloquear las cuentas de forma inmediata. Pero, al mediodía, esta actuación no se había producido, al parecer, porque no estaba la funcionaria responsable.

Las trabajadoras decidieron presentarse en la sede de la Seguridad Social en Vilagarcía y mantener un encierro hasta conseguir agilizar el desbloqueo de las cuentas para cobrar sus salarios y volver a la normalidad laboral.

En las dependencias vilagarcianas fueron recibidas por su máximo responsable que se puso en contacto con sus compañeros de las sedes de Vigo y A Estrada, quienes les confirmaron que habían recibido el requerimiento judicial y que todo estaba pendiente de que una funcionaria ejecutase la orden. La "rebelión" de las mujeres causó malestar entre trabajadores de la agencia vilagarciana y el personal de seguridad incluso llegó a llamar a la Policía Local para pedir el desalojo, pero finalmente las trabajadoras se marcharon cuando pudieron confirmar que se había cumplido la orden de desbloqueo de las cuentas.