Aunque no sirva de mucho, ya que en este momento de la temporada los pedidos son escasos y el producto ni siquiera alcanza porcentajes de rendimiento apropiados, puede destacarse que el episodio tóxico que desde hace un mes afecta al cultivo de mejillón en Galicia parece haber dado una tregua a los productores, sobre todo a los que vienen sus viveros flotantes fondeados en aguas de Meloxo (O Grove).

En toda Galicia había ayer una veintena de polígonos cerrados y treinta operativos. La buena noticia es que tanto el sábado como el domingo y ayer los mejilloneros pudieron beneficiarse de la apertura de los polígonos Grove C1, Grove C2, Grove C3 y Grove C4, decretada por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) tras constatar una reducción significativa de los niveles de células tóxicas.

En cuanto se situaron dentro de los parámetros permitidos el laboratorio asentado en Vilagarcía dio el visto bueno a la actividad extractiva en esos cuatro polígonos, aunque la situación puede cambiar en cualquier momento, dependiendo de la evolución del fitoplancton portador de biotoxinas. Es decir, que si las células vuelven a incrementarse el Intecmar volverá a cerrar esos polígonos.

A la espera de acontecimientos, puede decirse que ayer por la tarde, junto a los cuatro polígonos grovenses citados estaban abierto otros veinte en la ría arousana, así como los dos existentes en la de Ares-Betanzos.

Por su parte, seguían cerrados el de Baiona, los cuatro de Muros-Noia y siete de los ocho polígonos de Pontevedra.

En cuanto a la ría de Vigo, tenía tres abiertos, en Redondela, mientras que en otros nueve continuaba prohibida la extracción de mejillón, como en los demás casos a causa de la presencia de toxinas lipofílicas.