La "Queima do Vimbio", que es en el rural como quemar o enterrar la sardina o la xouba en las villas con mar, es una de las tradiciones que se mantienen vivas en la parroquia de San Vicente de O Grove. Como lo es reunir a una buena cantidad de choqueiros, es decir, esos personajes que poco o nada tienen que ver con los disfraces de diseño que suelen poblar el carnaval.
Todo ello, tanto la "Gran Choqueirada" como la "Queima do Vimbio", con la que se simboliza la despedida del Entroido Meco en San Vicente, son citas entrañables que se vivieron ayer en esta parroquia meca, donde los vecinos también pudieron disfrutar de unos buenos aperitivos, sobre todo a base de "choripán" y filloas, y de la música de las comparsas, entre ellas "Os nenos cantores da coral polifónica dos cacajuetes".
Murgas, por cierto, que protagonizaron el "Viernes e Sábado Comparseiros" en la coctelería El Patio, donde se registró una masiva afluencia de público.
El bando
Como fueron muchos los que se reunieron ayer con los choqueiros, quizás animados por el bando dictado por el "Choqueiro maior de San Vicente" en el que se decía: "Os chourizos están listos, as filloas están quentes; poñede o vimbio ao lombo e vinde pa San Vicente".
"Vimbio" en mano, como los peliqueiros de Laza portan su látigo o zamarra, los choqueiros comieron, bebieron y cantaron en San Vicente siguiendo las instrucciones del "Choqueiro maior", quien se encargó de pedir a todos: "Non caledes, compañeiros, non paredes de arrear, que no Entroido no hai fallo, todo é pa perdoar".
Con estos y otros acontecimientos, los grovenses se despedían de un intenso carnaval al que, en realidad se pone hoy el punto final, en este caso con el recital de comparsas previsto en la Casa da Cultura Ángel Vázquez Hereder.
