En la parroquia de San Vicente, y en el conjunto del Concello de O Grove, aceptan de buena gana el compromiso adquirido por el conselleiro de Cultura en el sentido de valorizar el yacimiento arqueológico de Adro Vello declarándolo Bien de Interés Cultural (BIC). Pero los valedores de esta declaración quieren más, de ahí que reclamen al Concello que la misma sea incorporada ya al Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) que está en fase de redacción y a las puertas de su aprobación.

Como se avanzaba el miércoles en FARO, con motivo de la visita del titular de Cultura, Román Rodríguez, a la localidad, su compromiso con Adro Vello es un primer paso para lograr un objetivo mucho más ambicioso que se ha marcado la propia parroquia meca, como es ampliar esa protección de Adro Vello a todo el espacio comprendido entre el yacimiento de o Castriño, las playas de A Barcela y Area Grande, la iglesia y su casa rectoral.

De ahí que representantes de la parroquia y del Club Náutico de San Vicente, que impulsó esta iniciativa hace tres años, se lo hicieran saber nuevamente al conselleiro durante su visita a la zona a proteger, donde le entregaron un escrito en el que detallan la hoja de ruta a seguir para preservar para siempre este espacio de indudable valor cultural y turístico.

El listado de acciones a emprender para declarar como BIC el espacio que va desde Punta O Castriño hasta A Barcela y la iglesia parroquial, con su rectoral y campanario viejo, está encabezado, precisamente, con la aplicación de ese tratamiento en el marco del PXOM.

Francisco Fuentes, Avelino Ochoa y demás representantes del Club Náutico también hacen constar en el escrito entregado al conselleiro la necesidad de "adecentar la zona y señalizarla adecuadamente", procediendo, al mismo tiempo, a "constituir un consorcio o firmar un convenio entre la Xunta, Diputación, Estado central y Concello" para llevar a cabo todo tipo de acciones que permitan salvaguardar el citado Conjunto Histórico.

Unas acciones que, en el caso de O Castriño, pasan por "expropiar las propiedades privadas que puedan existir en toda la península" en la que se encuentra, teniendo en cuenta que se trata de suelo protegido y que, por ende, "el precio es ínfimo".

De este modo será posible ocupar esa lengua de tierra para valorizar su yacimiento y evitar que se sigan produciendo "continuos atentados" contra la misma.

La idea, explican en San Vicente, dando continuidad a la demanda planteada hace tres años por el ya fallecido Ignacio Montenegro, en calidad de presidente del Club Náutico, es "excavar, estudiar y poner en valor los castros, incluso a efectos turísticos".

De este modo se salvará lo que queda de ese yacimiento que data de la Edad de Hierro y se cree que estuvo habitado hasta la romanización, siendo el origen de la parroquia.

Lógicamente, la propuesta que se formula desde San Vicente, también persigue la valorización de Adro Vello, donde, como se explicó en otras ocasiones, se constata una ocupación desde época romana hasta el siglo XVIII, por lo que alberga restos de una factoría de salazón de los siglos I a III, de la villa romana (siglos III y IV d.C.) y de la necrópolis, que tiene una cronología que se extiende desde la época tardorromana hasta la Edad Moderna.

Eso sin olvidar lo que queda de una iglesia del siglo VII y una torre defensiva medieval que habría formado parte del sistema defensivo integrado también por las de A Lanzada, San Sadurniño (Cambados) y Catoira, tratando de proteger Santiago frente a los ataques de piratas y vikingos.

Hay que tener en cuenta que el yacimiento se extiende por debajo de una carretera. Es por ello que, si bien la Consellería de Cultura no se plantea ahora dar continuidad a las excavaciones, sino afrontar un proceso de adecentamiento y conservación de lo ya excavado, con la mirada puesta en el Xacobeo 2021, desde la parroquia de San Vicente abogan de nuevo por expropiar y demoler la vivienda situada justo al lado, como también realizar nuevas investigaciones y, si procede, expropiar las fincas privadas situadas sobre el yacimiento.

De igual modo que se retoma la vieja idea de levantar la carretera de titularidad provincial y convertirla en una especie de paso elevado sobre el terreno que ocupa el yacimiento.

Todo ello debería completarse, según creen en la parroquia meca, y así lo defienden desde hace años en el Club Náutico, con la ampliación de la investigación arqueológica sobre Adro Vello y la construcción de un centro de interpretación o aula divulgativa con la que cubrir la totalidad del yacimiento señalizado, a modo de museo visitable.

En cuanto a la iglesia de San Vicente, que según algunos documentos fue construida en 1770, pero que realmente se levantó en 1771, se propone estudiar y restaurar su campanario, de estilo barroco compostelano, de un solo cuerpo y terminado con decoración de placas, así como el jambaje de la puerta principal.

De igual manera que se defiende la necesidad de dar a conocer las principales características de este templo de planta rectangular que se divide en tres tramos de bóveda de cañón y coro alto, capilla mayor rectangular, con bóveda de crucería cuadripartita, con arco triunfal de medio punto sobre pilastras y sacristía rectangular en la cabecera, cubierta con bóveda de cañón.

Es una iglesia peculiar, ya que está ubicada del revés, es decir, con su entrada hacia el sol naciente, en lugar de hacia poniente. Como igual de llamativo resulta que su pila bautismal, que es la original, se ubique al lado contrario de lo que suele ser habitual.

Junto a la iglesia se quiere preservar tanto su casa rectoral, una edificación con planta en forma de "L" construida en dos plantas y a cuatro aguas en 1771; como la Fonte do Santo, que según la leyenda tiene "propiedades milagrosas para los males de la cabeza".

No hay que olvidar, tampoco, que la "Moneda de la Traslatio" es otro de los elementos a valorizar cuando se pide la declaración de BIC para ese espacio situado entre O Castriño, A Barcela, Area Grande y la iglesia. Es, cabe recordar, una moneda del siglo XII encontrada en O Carreiro, donde se encuentra el yacimiento de Adro Vello, en la cual se representa la barca en la que se trasladaron los restos del Apóstol Santiago. Actualmente está representada en el atrio de la iglesia por una gran escultura de piedra.

Todo ello conforma, en definitiva, "un conjunto muy hermoso que hay que proteger", defienden en el Náutico. O dicho de otro modo, "un espacio en el que se representan 3.000 años de historia", aseguran tanto la citada entidad como Susana Crespo y Rosa María Blanco, las impulsoras del "Proyecto Adro Vello", mediante el que divulgar todos los valores patrimoniales expuestos a través de una ruta de senderismo guiada.