Vilagarcía de Arousa se despide de uno de sus queridos vecinos, Daniel Garrido Castromán, quien ha dejado un gran legado bibliográfico que ayudará a las próximas generaciones a entender la idiosincracia de esta ciudad, de sus gentes, sus costumbres y sus paisajes. También nos ha permitido conocer un pasado reciente con historias sobre la isla de Cortegada, Carril, el colegio León XIII (el primero que tuvo el municipio y que fundó su padre) y muchos otros relatos más a través de las páginas de FARO DE VIGO, de colaboraciones en la web del Faiado da Memoria y Patrimonio Vilagarcía, y de los varios libros que escribió.

Daniel Garrido Castromán, docente por la vocación que heredó de su padre Jesús Garrido Álvarez (a quien se le ha dedicado una calle en Carril) fue profesor de Geografía e Historia, profesión que ejerció en el Instituto Calvo Sotelo, hoy denominado "Castro Alobre", donde también fue director durante años. Un hombre honesto, leal, con gran sentido del humor y optimismo.

Su paso por la política

En el año 1987 incursionó en el mundo de la política local, integrando la candidatura de la entonces Federación de Partidos de Alianza Popular, encabezada por José Luis Rivera Mallo.

A pesar de ser en esa época una persona muy conocida en la ciudad, su escaso afán de protagonismo, le llevó a ocupar un sexto puesto en la lista que ganó las elecciones locales, por lo que pasó a ocupar las Concejalías de Educación y de Cultura, así como una Tenencia de Alcaldía. Por amistad con sus compañeros y por sus ganas de participar activamente en la vida municipal, Daniel Garrido continuó otro período más, aunque en esta ocasión desde las filas de la oposición al gobierno municipal.

Pero el mundo de la política no era lo suyo y lo abandonó definitivamente para dedicarse a sus grandes pasiones: la docencia, la historia y la literatura. Aficiones que nunca dejó de lado, incluso durante su etapa de concejal dado que, Daniel Garrido, cuando sus compañeros se ensarzaban en un debate aburrido en el pleno de la corporación, aprovechaba para escribir unos inspirados versos.

Fue autor de varios libros, algunos de ellos recopilatorios de los artículos históricos que publicaba en la edición de Arousa de FARO DE VIGO.

Entre sus obras destacan "Ruta Marítimo Xacobea del Mar de Arousa y Río Ulla", y "Cortegada, una isla real".

A la isla carrilexa le dedicó, entre otros artículos, esta poesía:

"Guarda un tesoro Carril

cual perla no cultivada:

es flor nacida del mar

la isla de Cortegada.

En un rincón de la ría,

al pie del Ulla acostada,

en su desembocadura,

la isla de Cortegada.

Entre Carril y Rianxo,

padeciendo la riada

que baja desde el Ullán,

la isla de Cortegada.

Gente que va por La Rosa

en verdad queda admirada;

¡cuanta belleza le muestra

la isla de Cortegada!.

Un gran bosque de laurel,

"laurisilva" codiciada,

cobija en su corazón

la isla de Cortegada.

También en tierras lejanas

la población de avifauna

sabe que es un buen cobijo

la isla de Cortegada.

Alabanzas al Señor

al amanecer, al alba,

llenan alegres gorjeos

la isla de Cortegada.

Nuestra gente marinera,

cuando se encuentra apenada,

sabe que cura las penas

la isla de Cortegada.

Al terminar el trabajo,

cuando ya el día se acaba,

es un remanso de paz

la isla de Cortegada.

Tenéis, gentes de Carril,

perla poco cultivada.

¡Jamás dejéis que se muera

la isla de Cortegada!."

Amaba a Vilagarcía, pero principalmente a Carril, donde se crió en el seno de una familia numerosa, especialmente querida en esta villa, con trece hermanos, hace ya 82 años.

Fue el mayor de una saga compuesta por María del Carmen, Fita, Conchela, Rita, Gema, Isabel, Guillermina, Alicia, Dito, Luis, Pilar, Lourdes y Javier Garrido Castromán. Se casó con la vecina de Carril Mituchas Iglesias Catoira, con quien tuvo cinco hijos, uno de ellos fallecido, Daniel, y cuatro mujeres: Isabel, María Eugenia, María Jesús y Cristina María.

Daniel Garrido amaba a Carril y a sus gentes, y era un colaborador desinteresado de sus fiestas. Durante años dedicó su sentido del humor y su florido verso al servicio de las divertidas letanías que el Círculo Artístico Gato Negro dedicaba al Entierro de la Sardina, como colofón de las fiestas de Entroido.

Llevaba ya casi dos años luchando contra una grave enfermedad y ayer falleció en su casa de Vilagarcía rodeado de su familia.

Los restos mortales de Daniel Garrido son velados en la sala número 4, situada en la primera planta del Tanatorio de Arosa, en la recta de Rubiáns, hasta las cinco menos cuarto de hoy, cuando serán conducidos a la Iglesia Parroquial Santiago Apóstol de Carril, donde se celebrarán los funerales por su eterno descanso. Seguidamente, será trasladado al Crematorio de Arosa para su incineración en la intimidad familiar.