La Fundación Amigos de Galicia no podrá continuar utilizando la nave de Vilagarcía de Arousa, en la avenida López Ballesteros, junto a las estaciones del tren y de autobuses, para la manipulación de alimentos debido a que no reúne las condiciones sanitarias exigidas. Así lo ha determinado una inspección de Sanidad que visitó el viernes las instalaciones.

La entidad benéfica considera imposible la acometida de las obras para subsanar todo lo que Sanidad demanda, por lo que tendrán que desplazar la actividad a otras instalaciones y destinarla solo a almacén de mobiliario y tapones de plástico.

El cambio de finalidad de esta nave es algo que ya se planteaba la entidad benéfica, según explicó ayer el directivo de Amigos de Galicia, Jesús Busto, consciente de que las instalaciones no reúnen las condiciones óptimas para dar la trazabilidad necesaria a donaciones de alimentos perecederos, como el caso de la pesca.

El problema es que la inspección de Sanidad precipitó la decisión y aún no están en marcha las acciones alternativas que se estaban planteando para el reparto de alimentos entre las familias que los necesitan.

La idea de Amigos de Galicia es otorgar a las familias que atienden unas tarjetas que les permitirán retirar los alimentos en supermercados y tiendas de alimentación colaboradores. Algo similar a lo que ha puesto en marcha Cáritas. Esto se hará en el término municipal de Vilagarcía, pero la entidad tendrá que hablar con los otros ayuntamientos con los que colabora en el reparto de alimentos para hacer una actuación similar.

De este modo, Amigos de Galicia solo podría continuar recibiendo alimentos no perecederos que requieren menor manipulación.

Los cambios también afectarán a parte del personal de la Fundación que estaba trabajando en el empaquetado de los alimentos que recibe esta entidad. En el último año, unas 61 personas estaban trabajando en Amigos de Galicia.