Hace varios años que se había anunciado la ambiciosa rehabilitación de la Casa del Mar de Vilagarcía, pero el conflicto entre la administración y el club de jubilados que ocupaba un local anexo al edificio principal demoró considerablemente todo el procedimiento. De hecho el exdirector provincial del ISM, Carmelo Castro, dijo en varias ocasiones que hasta que el inmueble no estuviese completamente libre no se licitarían las obras. Y el edificio no quedó vacío hasta el verano de 2018, cuando se valló todo su perímetro alegando motivos de seguridad. Los jubilados se quedaron sin local y sin una ubicación alternativa que les convenciese, pues la ofrecida por la administración (el centro sociocomunitario de O Ramal) la rechazaron en todo momento. Desde entonces los pensionistas han estado luchando para conseguir un nuevo local en el que reunirse. En este camino han contado con la colaboración del Concello de Vilagarcía, cuya concejala de Personas Maiores, Tania García, los ha acompañado a Santiago para reunirse con el director xeral de Inclusión Social, Arturo Parrado, con el que finalmente han llegado a un acuerdo para reubicarse de forma temporal en un inmueble, si bien la intención es regresar a la Casa del Mar una vez terminen las obras.