Se llama Juan Jesús Vidal Cousido, tiene 34 años, está soltero, vive con sus padres y es, quizás, "el último pastor". Al menos en la parroquia de San Vicente y el Concello de O Grove, siendo también uno de los pocos que quedan en el conjunto de la comarca de O Salnés.

Pero mantener con vida el pastoreo en los tiempos que corren, y además hacerlo en un municipio turístico y marinero como el meco, no es su único mérito. También lo es que en su rebaño dispone de razas de ovejas y cabras originarias de diferentes partes del mundo, algunas en vías de extinción.

Un pasto con sabor a Atlántico

Desde el lugar de Area, donde reside, el pastor explica el por qué de su afición, relata que es una tradición familiar -de la que ya han participado varias generaciones- y presume del "excelente pasto" que comen sus animales, tanto ovejas como cabras, por alimentarse en fincas propias y prestadas situadas en la costa de Con Negro, y por tanto con fresca hierba de marcado "sabor atlántico".

"Soy el último pastor de San Vicente", presume Juan Jesús Vidal antes de explicar que su abuelo "ya tenía un rebaño, después lo tuvo mi padre y ahora lo tengo yo, formado por alrededor de quince ovejas, diecisiete cabras y dos yeguas".

Se muestra encantado con la profesión de pastor porque, según cuenta, le permite "andar entretenido con los animales, que todos los días pastan conmigo, excepto cuando llueve, porque los tengo que dejar a cubierto".

Productos naturales

De lo que no hay duda es de que su ganado "está muy bien alimentado, y todo a base de productos naturales como hierba, paja y maíz".

Y claro, saca el máximo partido al rebaño, pues puede aprovechar su leche y la lana, sacrifica alguna cría para obtener carne para consumo propio y, además, "mantienen las tierras limpias, evitan que crezca la maleza, sirven para prevenir incendios y hacen abono, que utilizamos para los campos de cultivo".

Preguntado por el sacrificio que requiere un trabajo así, Juan Jesús Vidal destaca que no le importa porque hace lo que le gusta. "Tanto a mi como a mi padre siempre nos agradó andar con las cabras y ovejas porque es muy entretenido", explica antes de aclarar que empezó con esto del pastoreo "cuando tenía once o doce años, ayudando a mi abuelo y a mi padre".

Más adelante, esgrime, "empecé a cuidarlas yo solo y formé mi propio rebaño, en el que ahora tengo animales de diferentes razas", algunas muy conocidas y, como se explicaba anteriormente, pertenecientes a diferentes partes del mundo.

Las principales razas

Es el caso de las cabras "Saanen", una raza caprina lechera originaria de Suiza; o de la "Retinta Extremeña", que en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España aparece incluida en el Grupo de Razas Caprinas Autóctonas en Peligro de Extinción.

También tiene cabras gallegas mestizas y un cruce de gallega con murciana, mientras que entre las ovejas destacan los ejemplares de la variedad "Romanov", que si bien tiene su origen en Rusia, actualmente se distribuye por todo el mundo, gracias a su alta capacidad de reproducción.

En el huerto y las fincas de Juan Jesús Vidal Cousido y otros vecinos de San Vicente estas ovejas pastan junto a otras "del país", pero también al lado de algunas mestizas de diferentes razas, de ejemplares de la variedad "Castellanas negras" y de ovejas de la familia "Charollais" o "Charolesa", una raza procedente de Francia.

Se completa este rebaño ovino con un buen macho, en este caso resultado de un cruce entre oveja "Berrichon du Cher" o "Berry", una raza de carne blanca pura domesticada de Francia, y oveja de "Texel", una raza originaria de la isla Texel (Holanda) muy utilizada en diversos países de Europa, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay para producir carne.

"El pastoreo es un mundo apasionante"

"El pastoreo es un mundo apasionante", según relata el joven pastor grovense Juan Jesús Vidal desde su granja en San Vicente.

Y además deja patente su admiración por esta labor cada vez que habla de su rebaño, demostrando ser un buen conocedor de los animales y de sus costumbres y necesidades. "Las cabras dan a luz uno o dos cabritos por parto, aunque este año una tuvo tres, que es algo muy raro; mientras que las ovejas suelen traer dos", argumenta Jesús Vidal mientras vigila de cerca al rebaño.

A lo que añade que "tanto las cabras como las ovejas suelen parir dos veces al año, y es precisamente cuando paren cuando requieren de más cuidados y atención".

Aunque en realidad la reciben permanentemente, pues como explica el propio pastor está con ellas "durante mucho tiempo cada día, tanto por la mañana como a mediodía, por la tarde, que es cuando las saco a pastar, y por las noches, cuando las reviso antes de acostarme".

Las gallinas, conejos, faisanes y cerdos completan la "plantilla" de animales existente en la granja de Jesús Vidal y sus padres, donde "antiguamente también teníamos vacas", comenta uno de los últimos pastores de Galicia.