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El madrugador episodio tóxico primaveral afecta a la mitad de los polígonos bateeiros

El incremento de células mantiene temporalmente paralizadas alrededor de un millar de bateas de cultivo mejillón, lo que representa casi una tercera parte del total existente en Galicia

La conselleira de Mar, Rosa Quintana, y la directora del Intecmar, Covadonga Salgado, en el laboratorio de Vilaxoán. // Iñaki Abella

El episodio tóxico propio de cada primavera, aunque este año sorprendentemente madrugador -se presentó en Galicia con un par de meses de antelación-, ha provocado en apenas dos semanas el cierre de prácticamente la mitad de los polígonos bateeiros de la comunidad autónoma destinados al cultivo de mejillón.

Actualmente se ven afectados por la prohibición temporal de extracción de molusco cerca de un millar de viveros flotantes, lo que apenas representa la tercera parte del total existente en Galicia.

Pero pronto serán más, puesto que el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) no dejar de constatar casi a diario el incremento de las células tóxicas, de ahí que las prohibiciones de extracción afecten ya al conjunto de las Rías Baixas, después de haberse cerrado las primeras bateas en Muros-Noia.

La única ría que a las ocho de la tarde de ayer permanecía totalmente abierta era la de Ares-Betanzos, con las 105 bateas fondeadas en Sada aún carentes de toxicidad.

En Arousa, donde se ubican 2.318 de las 3.386 bateas gallegas, según los datos que maneja el Consello Regulador Mexillón de Galicia, aún permanecen operativos una gran mayoría de los parques de cultivo flotantes, puesto que de momento únicamente se han cerrado cinco.

A los cuatro de O Grove -en aguas de Meloxo- que se habían clausurado en días pasados se sumó ayer el Ribeira C, de tal modo que aún hay disponibles una veintena de polígonos mejilloneros.

Todo parece indicar que, también en esta ría, habrá pronto nuevos cierres de bateas, al igual que, muy probablemente, sucederá en la de Vigo, donde a estas alturas únicamente quedan abiertos cuatro de sus polígonos, localizados en Redondela.

Esto quiere decir que en la ría viguesa, con algo menos de medio millar de bateas, estaban cerrados ya ocho polígonos, el primero de ellos desde el pasado día 4, el Cangas D.

Un día después de que se confirmara la entrada en Galicia de este episodio tóxico y se cerraran los primeros polígonos. Sucedió, cabe recordar, en la ría de Pontevedra, donde hay 343 bateas, según Mexillón de Galicia.

En este caso se distribuyen en ocho polígonos y están cerrados siete de ellos, permaneciendo operativo únicamente el Cangas A.

Al menos era así, hay que insistir, hasta las ocho de la tarde, cuando en los informes del Intecmar, el centro asentado en Vilaxoán (Vilagarcía) que dirige Covadonga Salgado, también figuraban como cerradas las quince bateas que integran el único polígono de Baiona.

En cuanto a la ría de Muros-Noia, con 122 parques de cultivo flotantes, el mismo informe daba por cerrados los polígonos Muros B y Muros C, permaneciendo abiertos el Muros A y el Noia A.

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