El último adiós a Iván Harri Otero Rodríguez, el joven de A Illa que falleció ahogado en el mar de Ons el pasado martes, será en la lonja. La decisión se tomó ante la perspectiva de que el funeral sea multitudinario, y por razones operativas -la iglesia de San Xulián de A Illa no tiene una gran capacidad- se optó por este espacio, para facilitar que todos los vecinos y allegados pudiesen apoyar a la familia del joven en esta tragedia. Será la primera vez que esto ocurra, pero la decisión se adoptó por las circunstancias dramáticas en la que sucedió la muerte de Iván Harri Otero Rodríguez.

El cuerpo del joven llegaba ayer al tanatorio de Cambados, desde donde saldrá hacia la lonja de A Illa a las 16.30 horas. Allí se oficiará el funeral antes de ser trasladado hasta el cementerio de San Xulián.

Mientras se aguarda a la celebración del sepelio, en A Illa tratan de asimilar el duro golpe que supone perder a un vecino de tan solo 30 años de edad en un accidente marítimo como el que sucedió el pasado martes. Esa fatídica mañana, Iván Harri Otero salió con su hermano Arturo y otro joven de A Illa a inspeccionar los acantilados de Ons para comprobar si había mejilla, con la intención de regresar al día siguiente para recogerla.

Cuando estaban en las proximidades de O Centulo, una ola barrió su embarcación y la echó a pique, dejando a los tres marineros en el agua. A partir de ese momento comenzó para los tres una película de terror, una lucha contra el mar de Ons que se acabó cobrando la vida de Iván Harri Otero, mientras sus dos compañeros conseguían llegar a tierra para pedir ayuda.

Tras tener conocimiento de lo ocurrido se activó un importante operativo de búsqueda, que se reforzaría el miércoles con la llegada de los submarinistas de la Cofradía de A Illa, entre los que se encontraban los dos hermanos del joven. Haciendo frente a un fuerte mar de fondo, los submarinistas de la Cofradía encontraron el pantalón y el móvil de Otero en esa jornada, pero el rastro del joven parecía haberse perdido.

Tras una jornada de búsqueda infructuosa, los buzos decidieron seguir las indicaciones del patrón del "Rosa de los Vientos II" de Bueu, José López, que les explicó cómo trabajaban en esa zona las mareas. Tan solo un cuarto de hora después de ello, uno de sus hermanos encontraba el cadáver de Iván Harri Otero en uno de los fondos que se encuentran entre O Centulo y O Camouco, a unos 18 metros de profundidad. Los propios familiares trasladaron su cadáver al muelle de O Cabodeiro en A Illa.