"¿A quién le importa lo que yo haga? ¿A quién le importa lo que yo diga? Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré..." El mítico "I will survive" (una especie de himno para el colectivo LGTBI) que ayer sonó en la Plaza de Galicia con motivo de la fiesta "Amamos la diversidad" podría resumir a la perfección su objetivo: normalizar todo tipo de relaciones afectivas, ya que cada persona es libre de amar a quien quiera sin importar el género, una opción sexual determinada o la imagen que cada uno tenga.
Ataviada con banderolas LGTBI, la Plaza de Galicia acogió una divertida fiesta en la que los niños fueron los que más disfrutaron, bailando al son de temas de las décadas 80 y 90 que pinchó una mujer desde una discoteca móvil. Muchas de las canciones eran compuestas por mujeres, en aras de divulgar el espacio de las creadoras femeninas en el mundo de la música y la cultura.
Durante la fiesta "Amamos la diversidad" se hizo una pausa para proceder al sorteo de un fin de semana de hotel y SPA entre los clientes que compraron en esta campaña de San Valentín en los comercios asociados a Zona Aberta.
También los alumnos del IES Castro Alobre participaron en el San Valentín más diverso y universal que hasta ahora ha organizado el Concello de Vilagarcía. Y lo hicieron con un concurso de fotografía en el que los estudiantes podían mostrar todo tipo de relación amorosa, tanto de pareja como filial, paternofilial o simplemente de amistad. Las mejores imágenes ya fueron seleccionadas y sus autores recibieron los premios ayer por la mañana en la biblioteca del instituto. Hasta allí se desplazaron representantes de la asociación de comerciantes para entregarles los vales de compra que habían ganado con su creatividad.
La campaña de San Valentín se completó con el reparto por las tiendas de dípticos con vocabulario básico en relación a la diversidad y a las distintas orientaciones sexuales existentes. Se trata de informar para un correcto uso del lenguaje y no se utilicen términos ofensivos por desconocimiento.
