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El Cristo de Lino Silva sale de viaje

El pintor vigués Xavier Lemos logra la cesión de la escultura del cambadés para una exposición que está ahora en Cangas y que irá después a Vigo, Poio y Santiago

La escultura del Cristo de Silva, en primer término. // Cedida

El estudio que Lino Silva tiene en Isabel II, una recogida calle empedrada del casco viejo de Cambados es un imán para docenas de pintores y críticos de arte. Muchos de los que peregrinan hasta allí para charlar con Silva y ver su trabajo son antiguos amigos o compañeros de estudios en Madrid.

Uno de los que acostumbran a dejarse caer por Cambados es Xavier Lemos, un pintor vigués especializado en retratos, y que se inspira a menudo en los grandes personajes de la religión católica. Lemos explica que desde siempre le llamó la atención la escultura de un Cristo que Lino Silva tiene colgada en su taller, de ahí que ahora se la pidiese para una exposición itinerante en la que el personaje central es precisamente Jesús.

La muestra se titula "Cristo Universal", y tras pasar por la capilla de San Froilán, durante las fiestas grandes de Lugo, o el santuario de O Cebreiro, ahora se encuentra en la capilla del Hospital, en Cangas do Morrazo. La exposición consta de tres cuadros en gran formato del propio Lemos, en los que recrea tres perspectivas diferentes sobre Jesucristo; y de la escultura de Lino Silva.

La pieza del cambadés se encuentra en el centro del presbiterio de la capilla, junto al "Protector de la Ría", un óleo sobre lienzo en el que Lemos plasma a un Cristo de aspecto sereno, que parece descansar sobre el mar.

Xavier Lemos se ha inspirado para esta exposición en el Cristo de la Victoria, al que se rinde culto en Vigo, y con el "Protector de la Ría", el artista ha querido reflejar que este Cristo es, "quien hace posible la unidad de los pueblos que circundan la ría de Vigo".

La relación entre el pintor vigués y el arousano viene de lejos. Fueron amigos comunes del pontevedrés Xosé Conde Corbal, y a Lemos siempre le atrajo la creatividad de Silva, que se ha emparentado desde siempre con la raíz grotesca de Valle Inclán. Silva fue alumno del tallista José Bahamonde y de Alfonso Vilar, y se dio a conocer en la década de los 70 con éxitos en las Bienales de Pontevedra o certámenes de pintura celebrados en poblaciones próximas, como la de O Grove.

Silva y Lemos comparten ahora espacio expositivo en una propuesta que combina arte, religiosidad e historia, y que tras su paso por Cangas do Morrazo recalará en la concatedral de Vigo, primero, y en el monasterio de Poio, después. La última parada será en Santiago de Compostela, ciudad que se prepara para el frenesí del Año Jacobeo.

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