Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El abrojo vuelve a brotar de manera abundante en la playa de A Concha

Concello, Costas y Xunta están estudiando una posible solución

El fruto espinoso causa molestias a ciclistas y paseantes. // I. Abella

La proliferación del fruto del abrojo o cadillo ha vuelto a alterar la tranquilidad de los habituales usuarios de la playa de A Concha. En los últimos días se ha vuelto a constatar un considerable aumento en la presencia del fruto redondo y espinoso de esta planta y que provoca pinchazos y molestias para los ciclistas y viandantes de la zona.

El concejal de Medio Ambiente Jardines y Playas, Diego García, reconoció la constancia de su departamento al respecto de esta situación a la par que teme el reto que supone terminar con la presencia del abrojo en A Concha. "Estamos en contacto con Costas porque no hay que olvidar que es un terreno de su competencia, pero la implicación del Concello de Vilagarcía es total y directa".

Respecto a la solución, García no oculta la dificultad de controlar la incipiente brotación debido a las limitaciones para su control, "seguimos explorando una solución, pero lo que ya está descartado técnicamente es la utilización de productos químicos. Las opciones que estudiamos pasan por trabajar con medios mecánicos, manuales o incluso térmicos".

La facilidad del abrojo para extenderse a otras zonas dificulta aún más unas labores que tampoco cuentan con una herramienta específica para su retirada. Diego García subraya que "no hay ningún apero diseñado para tal fin. Por eso, el método manual suele ser el más efectivo, pero también el más complicado. Estamos mirando la aplicación de algo térmico, pero sin utilizar el fuego, sino por medio de agua caliente o algún método similar".

En cuanto a la manipulación manual, esta tarea de limpieza es lenta y complicada, ya que las instrucciones de los expertos obligan a los operarios a retirarlos manualmente ya que, en caso de introducir maquinaria, esta afectaría a toda la vegetación y no solo a la especie que se quiere eliminar. Además, los estudios dicen que la introducción de maquinaria tendría un efecto negativo, ya que ayudaría a la propagación de la semilla por nuevos lugares en los que todavía no se ha asentado.

El pasado verano se realizaron varias batidas por medio de grupos de personas, pero sin llegar a conseguir el objetivo perseguido de erradicarlo por completo. Una cuestión que puede obligar incluso a optar, como dice el concejal, "por acotar diferentes zonas e ir encontrando la solución idónea".

Entre esas diferentes medidas tampoco se descarta la posibilidad de proceder a una regeneración total de la arena contando con la aprobación y colaboración de Costas. "También estamos en conversaciones con técnicos de la Xunta y nos dijeron que no tienen constancia de otra zona a nivel estatal con tanta proliferación como aquí".

Compartir el artículo

stats