La economía, las costumbres y la realidad laboral de cada territorio influyen directamente en la vida de las personas, y también en su muerte. Así lo certifica el Atlas de la Mortalidad en España, en el que se indica por ejemplo que nueve de los diez municipios españoles con mayor riesgo de muerte por tumores de pulmón, tráquea o bronquios se localizan en Extremadura, comunidad que tiene a su vez el mayor porcentaje de fumadores de España.

El trabajo también sitúa en los paraísos turísticos del Levante y las islas los lugares donde más prevalente es el cáncer de cuello de útero, una enfermedad asociada al virus del papiloma humano, de transmisión sexual.

Finalmente, el estudio de Martínez Beneito llama la atención sobre el elevado riesgo que tienen los hombres de contraer tumores de las vías respiratorias en ciertos municipios de Asturias, León o Andalucía. El denominador común a todos ellos es que son históricas regiones mineras.

En cuanto a la economía, son muchos los investigadores que han hallado diferencias significativas en la esperanza de vida según el código postal de cada español. Así, los 86 años que vive de promedio un vecino de Pozuelo de Alarcón, un ayuntamiento rico de Madrid, suponen seis años más que los que por término medio vive otro de un municipio deprimido de Andalucía. También se ha visto que en las provincias de Burgos y Palencia el riesgo de fallecer a causa de tumores de estómago es elevado, y se presupone que eso se debe a la dieta de estas comunidades, pobre en vegetales y rica en embutidos y carnes.

La estadística también se ve afectada por la presencia en un municipio de determinadas infraestructuras, como geriátricos y residencias de ancianos. Tanto es así que Vilagarcía aparece en el puesto 60 de España con mayor riesgo de morir a consecuencia de trastornos mentales o de senilidad. En esa tabla, Ribadumia escala hasta el puesto 54.