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El Supremo confirma los 11 años de cárcel impuestos a un ribadumiense por violación

El hombre tiene que ingresar en prisión con carácter inmediato - Agredió sexualmente a su expareja en ocho ocasiones

Dolores Salgueiro. // Iñaki Abella

El Tribunal Supremo acaba de confirmar la condena de 11 años de cárcel, y otros cinco de libertad vigilada que se le impusieron hace un año a un ribadumiense condenado por violación continuada sobre su expareja. Una vez resuelto este recurso, el arousano tendrá que ingresar en la cárcel de modo inmediato, y hacer frente a la indemnización a la víctima, que asciende a 25.000 euros.

La Audiencia Provincial de Pontevedra condenó a J.M.L.M., de 30 años, a finales de enero pasado. El fallo ya era entonces contundente, pero el hombre decidió recurrir igualmente y acudió al Supremo. Sin embargo, el Alto Tribunal ha sido igualmente claro, y ratifica punto por punto los argumentos esgrimidos en su día por los magistrados de Pontevedra. Se indica, por ejemplo, que la declaración de la víctima es una prueba más que suficiente para respaldar la condena, habida cuenta de que la avalan las múltiples pruebas periciales practicadas durante la instrucción.

Los hechos que desencadenaron el juicio se produjeron a finales de septiembre de 2015. J.M.L.M. y una mujer de Cambados de 30 años habían sido pareja desde 2010, y en 2012 habían tenido un hijo. La relación terminó, pero el hombre siguió hostigando a su excompañera, tal y como se indica en el relato de los hechos que realiza la sentencia. Así, accedía a la vivienda de la mujer sin su consentimiento -se había quedado con una llave-, le revisaba el teléfono móvil, y la amenazaba para que no se relacionase con ningún otro hombre.

El episodio de violencia más grave se produjo el 29 de septiembre, cuando según la resolución judicial, J.M.L.M. violó a la mujer en el interior de una furgoneta en una zona apartada de Ribadumia. No era la primera vez, pues según la denuncia de la víctima, en un solo mes la había agredido sexualmente hasta en ocho ocasiones.

La mujer denuncia

Pero ese día todo cambió, ya que la mujer decidió dar el paso de denunciar. Solicitó la justicia gratuita, y el Colegio le asignó el caso a la abogada Dolores Salgueiro. Esta última sostiene que, "era un caso de machismo de libro", puesto que el hombre trataba a su expareja, "como si fuese un objeto, una propiedad suya".

Del juicio, la letrada recuerda con indignación, "la sensación de superioridad sobre la mujer y de impunidad con la que actuaba el condenado en todo momento".

Una de las pruebas en las que fundamentaron su trabajo las acusaciones fueron los mensajes de WhatsApp que el acusado envió a su expareja momentos después de la violación. En ellos, le preguntaba constantemente si le iba a denunciar y le decía que no volvería a agredirla sexualmente.

Dolores Salgueiro plantea que esos mensajes fueron admitidos como una prueba sólida en buena medida gracias al trabajo de la Guardia Civil y de la letrada de la administración de Justicia. Así lo corrobora la propia sentencia del Tribunal Supremo, que elogia las transcripciones de los mensajes, las capturas de pantalla y el cotejo de toda esa información. La abogada, que tiene su despacho en Dena (Meaño), destaca la importancia de que las primeras diligencias tras la denuncia se hagan con mimo, para evitar dejar cabos sueltos.

La víctima se ha ido de Galicia con su hijo por temor al condenado y también con la esperanza de poder rehacer su vida.

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