La ruta que se presentó ayer contará con siete kilómetros de recorrido, arrancando en las inmediaciones del puerto Xacobeo de Vilanova para adentrarse en el interior del municipio. Además de su valor medioambiental, ya que la intención es que transcurra por los márgenes del río de Tarrío, también tendrá un alto valor etnográfico y patrimonial. Todos esos valores, contarán con señalización y un pequeño panel explicativo, tal y como reconocía ayer la historiadora vilanovesa Alicia Padín, encargada de elaborar este proyecto. En el propio puerto de Vilanova habrá un panel que explicara a los peregrinos o senderistas la importancia de esta dársena y lo que se puede ver a través de la senda. Uno de los puntos de obligada parada será el pazo da Rúa Nova, una edificación vinculada a Ramón del Valle-Inclán y Bien de Interés Cultural (BIC), pero también se podrán conocer elementos etnográficos muy importantes para el rural gallego como los molinos (Currás y Tarrío, este último se rehabilitará en el futuro), los cruceiros o los hórreos. La senda, tras un tramo de dificultad alta, acabará en el mirador de Lobeira, una de las atalayas más importantes de la ría de Arousa y desde la que se puede observar el "Mar de Santiago".

La senda también pretende convertirse en un elemento dinamizador de una de las zonas más rurales de Vilanova de Arousa, tal y como reconoce Padín. "Son lugares a los que no se les da el valor que realmente poseen", indica. La ruta está pensada precisamente para varios tipos de personas, desde los propios vecinos, que no cuentan con aceras en la carretera para desplazarse al casco urbano, hasta para los peregrinos que pernocten en el casco urbano, pero también para senderistas, ciclistas o, incluso, grupos escolares.