El Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI) inicia una nueva campaña de conservación y seguimiento de los mamíferos marinos en la costa gallega. Pero, curiosamente, no se estrena hablando de delfines, nutrias o ballenas, sino generando debate en las redes sociales en torno a una extraña gaviota localizada en la costa de Rons, en el Concello de O Grove. Una rareza que radica en el color de su plumaje, prácticamente blanco, con unas casi imperceptibles motas pardas.

¿Se trata de una gaviota groenlandesa, de una argéntea o de una gaviota patiamarilla aún juvenil con signos de leucismo? Esas son las teorías que manejan en los últimos días ornitólogos, animalistas y aficionados a la naturaleza en general participantes en el debate abierto para determinar qué especie es exactamente.

Sea cual sea la conclusión en torno a esta rareza, no cabe duda de que este debate contribuye a avivar el interés por el medio natural y la riqueza que encierran las Rías Baixas gallegas.

Con estos y demás avistamientos "lo que está claro es que tenemos en Galicia una enorme riqueza que debemos preservar", explican los ornitólogos Juan Diéguez y Xabier Vázquez Pumariño, dos de los habituales en las expediciones a bordo del pesquero escuela "Chasula", donde suelen toparse con infinidad de aves, algunas de ellas llegadas desde los rincones más lejanos del planeta.

Un individuo leucístico de primer año

Estos dos expertos en naturaleza y aves dejan constancia, en relación con las fotografías del BDRI, de que todo parece indicar que se trata de una patiamarilla juvenil (de primer año) con leucismo, es decir, esa particularidad genética que da un color blanco al pelaje o plumaje de los animales.

Es algo parecido al albinismo, aunque los leucísticos mantienen el color normal de sus ojos, a diferencia de lo que sucede a los albinos. Además, los leucísticos no son más sensibles al sol que el resto, sino que, muy por el contrario, pueden ser incluso ligeramente más resistentes.

El doctor Bruno Díaz

Bruno Díaz, el doctor en Ecología que dirige el BDRI desde O Grove, donde se encuentra la base de operaciones de este centro y donde su equipo localizó esta "bonita rareza", coincide al destacar que "gracias a todos los comentarios" realizados en su perfil de Facebook, así como a las aportaciones que le llegaron por otros cauces, "podemos concluir que esta ave es una gaviota patiamarilla de primer año con leucismo".

Lo cierto es que prácticamente todos los consultados llegan a esta misma conclusión, a pesar de las dudas que genera el aspecto del ave y su parecido con una gaviota groenlandesa o polar.

Las aportaciones de los expertos

"Mi primera idea fue pensar en un ejemplar de una especie que raramente se ve en nuestras costas, como es la gaviota polar, pero viendo el tamaño de este ejemplar y la falta de marcas también pienso en un caso de leucismo de un pollo de gaviota patiamarilla", reflexionaba Manuel Prol, uno de los participantes en este debate generado en las redes sociales.

De forma más pormenorizada se pronunciaba Xabi Varela, al explicar que "hay rasgos, además de su color totalmente blanco, que podrían indicar que se trata de una gaviota polar, como el color del pico, con base clara y extremo oscuro, y las patas de todos rosados".

Sin embargo, "estos dos rasgos son fruto de la inmadurez de la gaviota, ya que pienso que se trata de un ejemplar de primer invierno de patiamarilla", detalla.

El propio Varela apunta que la estructura de esta ave fotografiada en Rons, con "una postura esbelta, patas y pico largos, descartan que sea una gaviota polar, ya que ésta tiene una estructura 'acharranada' y es paticorta, con alas largas, cabeza pequeña y redondeada y un pico más bien corto".

A mayor abundamiento, manifiesta que una polar joven "puede tener ese plumaje tan blanco, debido al desgaste, pero en estas fechas, aún poco avanzado el invierno, non es habitual, siendo más frecuente un plumaje de tono café con leche o color arena, mientras que los manchones difusos, como pardos o amarillentos", que se aprecian en las fotos del BDRI tomadas a la gaviota de O Grove "también son característicos de plumajes determinados por anomalías de pigmentación".

Sea como fuere, "y aunque no éste el caso", Xabi Varela sostiene que la actual es una buena época para ver gaviotas polares, e incluso matiza que "se vieron seis o siete este invierno en España, dos de ellas en Galicia". Y termina diciendo que la misma gaviota vista en Rons fue fotografiada a finales de noviembre en la ría de Pontevedra.

Las fichas de SEO/BirdLife

Según las fichas de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), estas son las caracterísitcas de las gaviotas motivo de discusión:

  • Gaviota patiamarilla (Larus michahellis). Es "una de las aves marinas más abundantes de la cuenca del Mediterráneo —debido a su enorme adaptabilidad tanto para alimentarse como para elegir hábitat—; fue diferenciada hace tiempo de la gaviota argéntea europea, de la que se consideraba una subespecie, pues resultan muy similares".Pueden diferenciarse, por ejemplo, porque la patiamarilla tiene sus patas de color amarillo, mientras que en la argéntea son rosas. La primera también dispone de una tonalidad más intensa en el pico, que es amarillo anaranjado, con el rojo de la punta más extendido, y tiene su anillo ocular rojo."Por lo demás, el dorso es de color grisáceo, ligeramente más oscuro que en la argéntea, y las regiones ventrales son blancas. En plumaje invernal, la patiamarilla carece del moteado oscuro que luce su pariente en la cabeza y el cuello", detalla SEO/BirdLife, donde concretan que la patiamarilla tiene una longitud de entre 55 y 67 centímetros, con una envergadura de entre 1,30 y 1,58 metros.
  • Gaviota polar o groenlandesa (Larus glaucoides).- Se presenta con una longitud media de 52 a 60 centímetros y una envergadura de 1,4 a 1,5 metros.Según SEO, "la subespecie glaucoides cría únicamente en Groenlandia, mientras que en el extremo noreste de Canadá lo hace la forma kumlieni, a la que algunos autores consideran producto de la hibridación con la gaviota esquimal (Larus thayeri). Solo una minoría de las aves de Groenlandia, en general inmaduras, migran para pasar el invierno en Islandia, Noruega o Escocia".La organización naturalista abunda en ello diciendo que "el número de gaviotas groenlandesas que invernan en Europa resulta bajo y fluctuante, pero hay citas cada año en países como Irlanda, Inglaterra, Suecia, Dinamarca, Holanda y Francia".En España, la gaviota groenlandesa "ya solo aparece como invernante ocasional, en muy pequeño número y no todos los años. Se registraron 29 registros homologados entre 1984 y 2004 procedentes de Galicia (16), Asturias (9) y País Vasco (3)". Entre esas citas las hay del periodo comprendido entre noviembre y primeros de mayo, pero la mayoría corresponden a enero o febrero.En cuanto a la identificación de la gaviota polar, en SEO apuntan que "junto con el gavión hiperbóreo, es la única de las gaviotas grandes que muestra en los adultos primarias blanquecinas, aunque la subespecie canadiense, kumlieni, presenta también algo de gris. Se diferencia del gavión hiperbóreo por su menor tamaño y por tener la cabeza más redondeada, las alas más largas, los ojos más grandes y el pico más corto (de longitud claramente inferior a la proyección de las primarias bajo las terciarias)".Las aves de primer año, como podría ser la localizada por el BDRI en O Grove, "lucen un pico totalmente oscuro o con solo la base aclarada".