Exjugador del Alcalá, presidente fundador de la patronal de O Grove, miembro de la Cámara de Comercio de Vilagarcía y del comité ejecutivo de Fexdega, presidente de un club de pesca deportiva, vicepresidente de la federación gallega de esta disciplina y, desde hace casi cincuenta años, actor. Es Carlos Álvarez Guillán, un autodidacta y emprendedor grovense que ha hecho prácticamente de todo ante las cámaras de cine y televisión, al igual que en el teatro.
Tuvo infinidad de papeles como figurante o extra, pero también otros en los que incluso participa con diálogo, por lo que puede considerarse uno de los actores importantes que ha tenido la localidad meca, donde ahora proclama: "En realidad no somos conscientes del enorme potencial que tenemos en Galicia en cuando a actores y figurantes, así como en lo referido a series de éxito a nivel mundial".
A su juicio, "a pesar de disponer, en ocasiones, de unos recursos muy limitados, los grandes actores y productores gallegos hacen de nuestra comunidad un referente del audiovisual; un mundo mágico que, aunque no lo parezca, requiere de grandes esfuerzos y mucha paciencia".
Ni que decir tiene que es un apasionado de esa profesión de actor que a cambio de sacrificio y esfuerzo "ofrece una enorme compensación y muchas amistades cuando el trabajo está bien hecho".
Lo dice alguien que últimamente se rodea con actores de la talla de José Coronado y Álex González. Un hombre que se confiesa "enamorado de las series y el cine" y que, como queda dicho, comenzó su andadura hace medio siglo.
Baste recordar que en 1972 participó en la película "Pena de muerte", con Fernando Rey, Espartaco Santoni y Marisa Mel, entre otros, mientras que en 1974 hizo de extra en una película rodada en la Universidad de Alcalá de Henares, al lado de Fernando Fernán Gómez.
Ya en 1977, en el desaparecido Cine Besada de O Grove, Carlos Álvarez Guillán hizo de juez en la obra teatral que recordaba la figura del señor feudal conocido como "O Meco". Al igual que se subiría a las tablas en años posteriores con "El bar", "Curruncho da ensenada, "As alegres casadas" y otros trabajos que lo animaron a dar el salto a la televisión.
Fue así cómo inició su carrera de actor en series como "Costureira", "Pazo de familia", "Lobos e cordeiros", "El Santa Isabel", "A Espía", "La unidad", "O sabor das margaridas" y "A ley de Santos".
Sin olvidar su paso por series tan importantes y afamadas como "Fariña" y "Vivir sin permiso". Al igual que por otras tan entrañables como "El Final del Camino"; una serie de Televisión Española rodada en exteriores naturales de Galicia como Herbón y Silleda con protagonistas de la talles de Antonio Velázquez y Asier Etxeandía, junto a otros actores como Javier Rey, Guillermo Barrientos, Begoña Maestre y Cristina Castaño.
En aquel trabajo, que narra las vivencias de tres hermanos en una convulsa Edad Media en la Península Ibérica, relacionándolos con personajes históricos y con la construcción de la catedral de Santiago, Carlos Álvarez Guillán incluso estuvo arropado en el reparto de otros dos actores de la localidad meca, como Manuel Campos y José Túñez Martínez.
"Son muchas las experiencias y a cada cual más enriquecedora, por eso no me cansaré jamás de ser actor", sentencia Álvarez Guillán.
