Tras acabar las Navidades, una de las épocas más fuertes en la plaza de abastos, la cuesta de enero se hace dura para los vendedores. Y más cuando se observa que hay puestos que se van cerrando, como es el caso de varios por jubilación.
En relación a los locales exteriores, que están ubicados en el edificio del mercado pero con acceso directo desde la calle, recientemente cerró uno de los más antiguos. Así, José Luis Domínguez Lorenzo abandonó su actividad como autónomo al frente de una droguería tras 46 años para cambiarla por un trabajo fijo en un sector que nada tiene que ver con la venta al público. El puesto últimamente no le daba para vivir, ya que la gente que acude habitualmente al mercado es de avanzada edad, tal y como él mismo declaró en un reportaje a FARO. "La juventud no viene a comprar aquí, tiene otros hábitos de consumo", decía.
El presidente de la asociación de placeros, Juan Carlos López, señala que además de este puesto que ya ha echado el cerrojo, hay otro que se encuentra en proceso de liquidación para cerrar sus puertas.
El colectivo ha puesto en marcha una página web para darse a conocer, publicitar cada uno de los negocios e intentar incrementar la clientela. En una segunda fase pretende habilitar las compras on line a través de www.mercadovilagarcia.es, pero por el momento solo se trata de un proyecto.
