El pazo de A Saleta, en Meis, recibió entre febrero y marzo del año pasado cinco grandes grupos de turistas británicos, interesados en su espectacular jardín de camelias. Este año, sin embargo, solo tienen dos confirmados hasta ahora. Además, el martes una agencia británica les canceló una reserva, al no llegar al número de inscritos necesarios para organizar el viaje.
A Saleta es una de las empresas vinculadas al sector turístico de O Salnés que ya está padeciendo las consecuencias de la traumática salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, el "Brexit". Pero hay más. Uno de los hoteles de O Grove que más trabaja con público de Reino Unido, como es el Bosquemar, también ha notado un descenso acusado de reservas, y lo padece también el pazo de Rubiáns, otro de los buques insignia de la prestigiosa ruta gallega de pazos y jardines de la camelia.
Se da la circunstancia de que, tradicionalmente, los jardines que forman parte de la Ruta da Camelia se han nutrido sobre todo de turistas extranjeros, y que entre estos los más numerosos eran los británicos, los alemanes y los franceses.
Tienen mejor suerte quienes trabajan con turismo familiar o de pareja. La Quinta de San Amaro, en Meaño, no ha sufrido por ejemplo un descenso significativo de reservas de turistas británicos. Tampoco lo han notado en el jardín de Quinteiro da Cruz, en Ribadumia.
La situación no ha cogido desprevenido al sector, y de hecho muchos ya esperaban esta caída de viajeros. Pero no por ello dejan de lamentarlo.
El turismo británico es muy importante para el sector turístico arousano, tanto por su número como por el hecho de que acostumbran a ser personas de un muy elevado poder adquisitivo. Por ello, entienden que hay que hacer un esfuerzo por atraerlos.
El vicepresidente de la asociación de empresarios de O Grove, Emgrobes, el hostelero José Luis Benavides, considera prioritario, "aprovechar la puesta en servicio del anunciado ferri entre Vigo y Gran Bretaña para atraer más turistas". "Tenemos mucho turismo británico entre mayo y junio, y a partir de septiembre. Es gente ya de edad, muchas veces jubilados, que huyen de las aglomeraciones, y que están buscando tranquilidad, rutas de senderismo, paisajes y gastronomía. Suelen venir en coche, así que suponemos que llegan a España en el ferri de Santander", afirma Benavides.
"Está claro que de los turistas que desembarcan en Santander, aquí llegará tan solo una pequeña parte, así que el objetivo debería ser atraerlos al Puerto de Vigo gracias al ferri", añade el representante de los hosteleros de O Grove. La estrategia pasaría, una vez más, por vender en el exterior la imagen de las Rías Baixas, "como puerta de entrada a Santiago de Compostela".
Incertidumbre
Silvia Rodríguez, de A Saleta, considera que la caída de visitantes británicos se debe sobre todo, "a la incertidumbre" por los cambios inminentes, y admite que "ya nos esperábamos esta caída de turistas británicos, al menos durante el primer año del 'Brexit'".
El gerente del hotel Bosquemar, Óscar Álvarez, se expresa en términos similares. "En turismo de particulares hay un poco menos, pero no se trata de una variación significativa, porque no todos los años son iguales. Pero sí que se está notando en el turismo de grupos". De hecho, las agencias ya les han anulado alguna reserva debido a la dificultad para completar las plazas necesarias para rentabilizar la expedición. Álvarez confía en que el descenso sea pasajero, y apunta que de hecho "sí nos piden la reserva para 2021".
Guillermo Hermo, administrador del pazo de Rubiáns, señala a su vez que, "en 2019 ya bajaron bastante las visitas de británicos, y este año se mantendrá en la misma línea".
Ruta da camelia
En apenas un par de semanas empezará la temporada alta de visitas para la docena de jardines gallegos que forman parte de la llamada Ruta da Camelia. De estos, tres están en O Salnés, y los tres cuentan con el sello de Excelencia Internacional en la Camelia, que en toda Galicia solo tiene también el jardín de Soutomaior.
Las propiedades están ultimando todos los detalles de la campaña, pues ya empiezan a recibir los primeros grupos. El pazo de Rubiáns, por ejemplo, terminó de instalar el martes un conjunto de 120 colmenas de abejas. Están junto al bosque, y el pazo incluirá una visita a las mismas, ofreciendo de este modo a los turistas interesados en la camelia una introducción a la apicultura y la posibilidad de degustar la miel que elaborarán en la propia casa. La proximidad de gran número de eucaliptos y castaños aportará una personalidad propia a este producto, a través del cual, "queremos invitar a los visitantes a reflexionar sobre la importancia de apostar por la sostenibilidad ambiental".
