El mercado municipal de Vilagarcía no atraviesa su mejor momento. El edificio histórico y catalogado por Patrimonio en el que se ubica ha sido objeto de varias fases de reforma y modernización en los últimos años, pero la dinámica de funcionamiento entre los comerciantes continúa siendo "la misma que hace cincuenta años", lamenta Juan Carlos López. El presidente de la asociación de placeros, un colectivo que aglutina aproximadamente a la mitad de los vendedores del inmueble, advierte de la anarquía y el declive que está sufriendo la emblemática plaza de abastos vilagarciana: "Aquí no se cumple el reglamento, ni el viejo ni el nuevo; cada uno va por libre y hace lo que le da la gana".
Ejemplo de ello -dice- es que hay concesionarios que alquilan sus puestos, cuando esta es una actividad totalmente prohibida por la normativa en vigor. "Hay cajas y carros de mercancía por el medio... Es desolador que nadie se preocupe de que la situación cambie", se queja el portavoz de los placeros.
La división interna en el colectivo es una realidad desde hace años. En el mercado de Vilagarcía trabajan vendedores de distintos sectores, como por ejemplo pescado y marisco, carne, congelados, fruta y verdura... Y cada uno tiene su método de trabajo.
Las pescantinas, ¿a diario?
De hecho una de las principales demandas por parte de los concesionarios que abren sus negocios a diario es que las pescantinas también estén en sus puestos todos los días para dinamizar la plaza y aumentar la clientela. Y es que excepto los martes y sábados, los compradores que acuden al mercado se encuentran con más de la mitad de las bancadas completamente vacías, una imagen que perjudica este tipo de comercio de alta calidad y proximidad.
El nuevo reglamento de funcionamiento de la plaza de abastos fue aprobado inicialmente por el pleno de Vilagarcía hace varios meses y en él se incluye la obligatoriedad de que todos los vendedores, incluidos los de pescados y mariscos, abran sus puestos a diario, de martes a sábado.
La medida generó controversia entre las pescantinas, por lo que el Concello fue dilatando la aplicación de la nueva normativa hasta el punto de que actualmente todavía sigue sin ponerse en marcha. La idea es comenzar con una fase experimental para comprobar si la medida convence a los vendedores que ahora son reacios a la misma.
En una reciente entrevista a FARO, la nueva concejala de Promoción Económica, Alba Briones, señalaba que "vamos a dejar pasar la Navidad y haremos una campaña de publicidad y dinamización para que en cuanto hagamos la prueba tenga el efecto que esperamos".
Pero por el momento los placeros desconocen las nuevas fechas que maneja el gobierno local. "El reglamento debió de caer en el cajón del olvido, no sé si se debe a falta de interés o a qué pero aquí no sabemos nada; primero iba a ser entre septiembre y octubre, después tras las fiestas, ...", lamenta el presidente de la asociación de comerciantes del mercado vilagarciano, Juan Carlos López.
