Como cada 15 de enero la localidad de Meaño honra hoy a San Amaro en la pequeña ermita dedicada al santo, ubicada en el barrio de su nombre. Y el sábado lo hará con una segunda jornada que aunará parte religiosa y festiva con su habitual degustación de callos que se ofrecen durante el fin de semana. La de hoy miércoles es jornada meramente religiosa, contando con tres misas rezadas que se oficiarán a las 10 y 11 de la mañana, sin olvidar la solemne a las 13 horas.
Antes de esta última tendrá lugar una procesión del "encontro das imaxes", en la que una comitiva sale de la ermita con el santo Amaro a cuestas para recibir, a la altura de A Solda, a una segunda que sube desde la iglesia parroquial portando la Virgen de los Milagros. Luego, tras la misa solemne, primera jornada de subasta de animales en el pequeño atrio de la ermita.
Para el sábado se emplaza la segunda jornada del San Amaro meañés. Se celebrará con una única misa a las 13 horas, tras la que el público podrá asistir a unas nuevas poxas, con presencia de algunos gallos de corral y, lo que más, productos de campo donados por los devotos. Para más de uno, una buena ocasión para hacerse con alguna a precio de saldo, a la par que aportar su donativo al santo.
Y es que, con los fondos que van quedando del remanente de anteriores, la parroquia pudo acometer una serie de reformas en la capilla, que incluía el pintado de la imagen del santo, además de otras pequeñas y más toscas, así como un monumental crucifico de madera policromada, que presidió hace años la iglesia parroquial, y que ahora lo hace en la pequeña ermita. Este antiguo crucifijo lucirá hoy para la ocasión y realzado por un tapiz de terciopelo rojo dispuesto tras de sí.
En la noche del sábado, a partir de las 20.30 horas, la plazoleta de la ermita, toda ella cubierta por un toldo dispuesto por el concello meañés, acogerá una pequeña verbena amenizada por el trío "Arena Musical". A filo de las 22 horas la música ofrecerá un alto para servir una degustación de callos, acompañados del vino de rigor, que se dispensará, de manera gratuita entre los vecinos congregados, y que estará seguido a los postres por generosas raciones de roscón, chocolatada y queimada para calentar la noche.
El santo Amaro -o Mauro-, que aúna historia y tradición, evoca la figura de un santo del siglo XIII y origen francés que, según la tradición, peregrinó hasta Santiago de Compostela, y fundó y fue abad del primer monasterio benedictino, siendo fiel seguidor de San Benito de Nursia.
