"Con mucho trabajo, pero sí, las haremos". Así responde José Manuel Longa cuando se le pregunta por las próximas fiestas del Apóstol. Reconoce que este será un año "un poco complicado" debido a las fechas, ya que al caer el 24 y 25 de julio en viernes y sábado la contratación de las orquestas será más cara. Pero harán lo que puedan. En las loterías de Navidad y Reyes han vendido 28.000 euros.

La organización de estas fiestas siempre han estado en manos de la misma familia. José Manuel y su hermana Rosi llevan veinte años al frente de ellas desde que murió su padre, el 25 de septiembre del 2000. Este año se cumple el 20 aniversario de su fallecimiento, por lo que sus hijos quieren organizar unas fiestas con una programación especial. Una de las ideas que pasa por la cabeza de Longa es llevar a cabo un baile de la Farsa das Espadas por parte de los veteranos (sin dejar a un lado a los niños y jóvenes) y contratar a un grupo musical de la época de su padre, además de realizar algún tipo de homenaje o reconocimiento a determinados vecinos de Carril. El año pasado fue el exalcalde Javier Gago el que recibió una insignia de oro por parte de la comisión de fiestas por su implicación en las mismas. Por el momento la programación todavía está muy verde. José Manuel y Rosi cuentan con la ayuda de su primo Guillermo. "Y a ver si se anima alguien más", confían. Pero admiten que la implicación en la organización de las fiestas escasea. "Finalmente tendremos que dejarlo porque quien está echando una mano es gente de la familia", lamenta el organizador. "Esto cansa con los años", añade. Longa no oculta que el 2019 fue el único año en sus veinte de gestión en que el dinero recaudado no fue suficiente para pagar las fiestas, con un presupuesto que rondaba los 23.000 euros "negociando muy bien las orquestas", recalca. Asegura que "cada vez la gente da menos dinero" porque las personas que más aportaban económicamente son las de mayor edad, y se van muriendo. "La mayoría dan 10, 20 o 30 euros, y hay casas que no dan nada. Que aporten 50 hay pocas", comenta el organizador.

Cada vez se van incrementando más los gastos. "Cuando yo empecé a los de la Farsa nos daban un refresco, y ahora nosotros le damos 10 euros a cada chaval y 20 o 30 a los que llevan las espadas y las colas", ejemplifica Longa.