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Los caminos abiertos de A Illa para la transición energética

Seis islas europeas han desarrollado su experiencia, piloto de la que se aplicará en el programa europeo

Charla medioambiental celebrada en A Illa de Arousa. // Noé Parga

Caminar hacia la eliminación de los combustibles fósiles y reducir a la mínima expresión los efectos contaminantes es uno de los grandes objetivos que se persigue con la puesta en marcha del programa Clean Energy for EU Islands. Este programa incluye a 26 islas de toda Europa, entre ellas, la de Arousa, que lleva meses trabajando en el diseño de lo que será la agenda para la transición, documento en el que participan todos los agentes sociales y que estará redactado a lo largo de este año, con la intención de aplicarse en la próxima década.

Para la redacción de esa agenda, A Illa cuenta con varios espejos donde mirarse, ya que la UE designó a seis islas para convertirlas en piloto de esta iniciativa, islas por las que la edil de Medio Ambiente, Gabriele von Hundelshausen, ya ha pasado o que visitará en los próximos meses con el objetivo de conocer cómo están desarrollando su transición energética, buscando posibles aplicaciones, siempre teniendo en cuenta la idiosincrasia de cada una, que puedan funcionar en A Illa.

La más próxima de esas experiencias piloto es la que se está registrando en la isla canaria de La Palma, donde ya estuvo la edil isleña. La isla tiene un gran potencial en energías renovables y lleva desde 2014 trabajando en ese camino a través de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético que ha estado educando a los habitantes sobre los impactos negativos del modelo energético actual y promoviendo una transición en la que los ciudadanos sean los protagonistas de la misma. En 2018, el Cabildo de La Palma decidió financiar la plataforma a través de una empresa pública para coordinar la transición de la isla bajo la etiqueta "La Palma Renovable". Esta entidad trabaja junto a otras organizaciones en proporcionar energía renovable de propiedad ciudadana a sus miembros. También proporciona capacitaciones y tutoría a empresas establecidas en la isla y nuevas en los sectores de energía desde la primavera de 2019, colaborando en las áreas de finanzas o marketing, pero también para alcanzar una economía equitativa".

Otra de las islas con lasque se han mantenido contacto desde A Illa es la portuguesa de Culatra, una gran ínsula arenosa ubicada al sur de las ciudades de Olhão y Faro. Integrada en el Parque Nacional Ria Formosa, sigue unas reglas muy estrictas en cuanto a su desarrollo. Por ejemplo, no cuenta con caminos pavimentados y su poco más d eun millar de habitantes viven de la pesca y del cultivo de mariscos, una actividad económica muy similar a la que se desarrollar en A Illa. El gran desafío de Culatra es la gestión de residuos y la presión humana sobre sus espacios naturales durante la temporada alta del turismo, además de ser bastante vulnerable al crecimiento del nivel del mar. En asociación con la Universidad de Algarve han comenzado a trabajar en una hoja de ruta y en implementar un marco de transición de energía limpia, descentralizando la producción de electricidad y que esta sea totalmente renovable.

Los contactos también se han extendido al archipiélago croata de Cres-Losinj, a donde viajó la propia edil de Medio Ambiente. Formado por siete islas, está situado en el Golfo de Kvarner, en pleno Mar Adriático. Su gran problema es depender energéticamente de su conexión con la red continental a través de cables submarinos. Es por ello que han realizado una apuesta importante por sistemas fotovoltaicos.

Las islas de Aran, en Irlanda, comenzaron su transición a energías limpias por su dependencia de combustibles caros y contaminantes para garantizar cuestiones como la electricidad o la calefacción. Es por ello, que la transición es una necesidad básica para los habitantes de las tres islas que la conforman.

En esta experiencia piloto también se encuentra la isla italiana de Salina, con sus cerca de 2.500 habitantes y 26 kilómetros cuadrados de superficie; y la griega de Sifnos, ubicada en el oeste del mar Egeo y con una población de 2.600 habitantes que se cuadriplica durante el verano.

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