Sus Majestades de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar completaron con éxito su ajetreada agenda de visitas por O Salnés, que comenzó desde primera hora de la mañana, con encuentros especiales en Cambados y en Meis, y continuó por la tarde con un recorrido por todas las localidades de la comarca. La última escala fue en Vilagarcía de Arousa, donde participaron en una multitudinaria Cabalgata, integrada por un séquito de 650 personas. Los vilagarcianos abarrotaron las calles de la ciudad para saludar a los Reyes Magos y fueron obsequiados con 3.500 kilos de caramelos sin gluten arrojados desde las carrozas reales.

A bordo de unos Mercedes clásicos llegaron a Cambados a las 11.30 horas Melchor, Gaspar y Baltasar, siendo objeto de una recepción oficial en el Consistorio por parte de las autoridades locales. Casi a la misma hora, en el pabellón de deportes de Mosteiro, en Meis, salía la comitiva real con carrozas engalanadas tiradas por caballos. Sus Majestades de Oriente utilizaron este medio para llegar a la Praza da Feira, donde se reunieron con los niños meisinos, entre quienes repartieron varios obsequios.

Apenas tuvieron unas horas para reponerse del largo viaje desde Oriente para afrontar el mayor reto del día, ya que por la tarde se solapaban las citas en los distintos concellos de la comarca.

Los Reyes Magos llegaron a Vilanova de Arousa a las cinco de la tarde a bordo de un catamarán que los dejó en el muelle de O Cabo, donde los esperaba una multitud. Continuaron el recorrido por el municipio a bordo de coches clásicos hasta llegar al Consistorio sobre las seis y media de la tarde.

También a las cinco de la tarde Sus Majestades de Oriente comenzaron la visita en A Illa de Arousa, a la altura de la Casa do Mar. Quizás por eso del cambio brusco del medio de transporte, ya que en A Illa hicieron el recorrido a lomos de caballos, el Rey Gaspar sufrió un percance al caerse del corcel sobre el que empezaba el recorrido. Fue un pequeño susto que se resolvió rápidamente y la comitiva continuó su recorrido sin problemas hasta la plaza del Consistorio, donde los estaban esperando los miembros de la corporación municipal.

En Cambados, Melchor, Gaspar y Baltasar también iniciaron su recorrido a las cinco de la tarde, partiendo desde Santomé. En la villa del albariño los Reyes Magos hicieron su recorrido en carrozas y estuvieron acompañados por personajes de series y películas de dibujos animados como Frozen, la Patrulla Canina, Shimmer y Shine. Durante el itinerario hasta la Praza de Fefiñáns repartieron 700 kilos de caramelos al son de la música interpretada por Con de Xido, Volandeira, Xironsa, Boudebou y la Banda de Castrelo.

En O Grove, Sus Majestades de Oriente comenzaron el recorrido por las principales calles del municipio a las seis de la tarde. El séquito estuvo compuesto por diez carrozas desde las que se arrojaron unos 300 kilos de caramelos.

También Ribadumia y Meaño tuvieron sus respectivas comitivas reales durante la tarde de ayer, recorriendo distintas parroquias de ambos municipios.

En Vilagarcía de Arousa la Cabalgata comenzó a las siete de la tarde, pero dos horas antes los Reyes Magos visitaban la residencia de ancianos Divina Pastora, entregando regalos a sus residentes, y después se desplazaron al Convento de Vista Alegre para saludar a las monjas Agustinas. También tuvieron tiempo para celebrar en el Auditorio Municipal un encuentro con los miembros de las agrupaciones participantes en el desfile.

A las 19 horas, una bomba de palenque anunciaba el inicio de la gran Cabalgata desde la Praza da II República por la avenida da Mariña para continuar por la Alameda, Conde Vallellano, Praza de Galicia, Arcebispo Lago, Alexandre Bóveda, Alejandro Cerecedo, Doutor Tourón, Praza de España, Edelmiro Trillo, Padre Feijóo, Praza da Independencia y Arapiles hasta la Praza de Ravella.

La comitiva estaba compuesta por 650 personas de doce agrupaciones, seis carrozas reales, la Guardia Romana integrada por miembros del club Los Ingleses y la Banda de Música de Vilagarcía que abrió el desfile al ritmo del famoso y marchoso villancico Jingle Bells.

Durante todo el recorrido los Reyes Magos, sus pajes y los integrantes de su séquito, arrojaron 3.500 kilos de caramelos entre el público asistente. Ya en la calle Arapiles, Sus Majestades bajaron de sus carrozas para continuar a pie por el paseo central de la Praza de Ravella, hasta visitar el Belén Viviente instalado en la explanada exterior de la Casa Consistorial.

Tras saludar a María, José y al niño Jesús, a quienes presentaron sus ofrendas, Melchor, Gaspar y Baltasar dirigieron unas palabras a los vilagarcianos congregados en las inmediaciones de Ravella. Acto seguido, entraron en el Consistorio y se alojaron en el Salón Noble, donde atendieron personalmente a todos los niños que se acercaron a visitarlos.