Los mamíferos marinos no dejan de sorprender por su cada vez más frecuente llegada a la costa gallega, aunque no siempre se trate de ejemplares vivos, como las ballenas azules, jorobadas y demás especies localizadas en los últimos años. En ocasiones lo que aparece en el litoral son individuos muertos que son empujados por las corrientes a la orilla. Pero a pesar de tratarse de cadáveres, pueden resultar tanto o más sorprendentes e interesantes desde una vertiente científica, sobre todo cuando se trata de especies tan "escurridizas" como el zifio de Blainville (Mesoplodon densirostris), que suele habitar aguas con fondos generalmente superiores a los ochocientos metros y evita acercarse a la costa y cualquier contacto con el ser humano.

Por inusual que esta especie resulte en estas latitudes, un ejemplar juvenil de la misma ha aparecido muerto en la costa arousana, más concretamente en el municipio de Ribeira.

Así lo confirma la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma); la entidad responsable de la Red de Varamientos de Galicia que avala la Xunta.

Los expertos que la integran destacan lo inusual de este avistamiento, ya que el zifio de Blainville es una especie propia de las aguas cálidas del trópico, especialmente en Hawaii y las Bahamas, si bien es cierto que ha sido visto en ocasiones en Islandia, las islas británicas, Japón, Sudáfrica, Chile, Nueva Zelanda y en las islas Canarias.

Sea como fuere, a pesar de su amplia distribución no parece ser abundante en ningún área geográfica, por lo que "su aparición acostumbra a tener casi siempre un carácter excepcional", aseguran en el Ministerio de Medio Ambiente.

En Galicia se trata del tercer avistamiento del que tiene constancia la Cemma -todos ellos animales muertos-, de ahí la trascendencia del mismo y de la necropsia que se practique a este cadáver, parcialmente devorado por tiburones, para intentar aprender más sobre esta peculiar especie.

"Es muy rara en Galicia", recalca la Cemma, antes de resaltar que "en treinta años estudiando a los mamíferos marinos nunca hemos visto vivos a estos animales".

Características

El zifio de Blainville es una ballena robusta, con la cabeza plana frontalmente y una mandíbula inferior arqueada para formar un pico moderadamente largo. Los machos adultos son reconocibles porque sus dientes les sobresalen de la boca.

Es un mamífero marino de color gris azulado; gris claro en la zona trasera. Los machos miden más de cuatro metros y pesan unos 800 kilos, mientras que las hembras alcanzan un tamaño mayor y pueden pesar alrededor de una tonelada. Cuando nacen tienen una longitud de apenas dos metros y un peso de unos 60 kilos.

En el Ministerio de Medio Ambiente detallan que "su presencia es excepcional en aguas ibéricas, aunque han sido citados varamientos de esta especie en aguas atlánticas y mediterráneas".

En plena temporada de varamientos

La aparición de este zifio de Blainville en la boca de la ría de Arousa se produce en plena temporada de varamientos, ya que a causa de los fuertes temporales y las corrientes se multiplican las probabilidades de que todo tipo de mamíferos marinos y tortugas acaben sobre la costa, ya sea entre las rocas o muertos sobre la arena.

Especialmente sensibles resultan las focas, tal y como advierte la Cemma a través de la Red de Varamientos. Tanto es así que entre diciembre y marzo intensifica la vigilancia en lo que se conoce como "temporada de lobos marinos", ya que es habitual que lleguen a la costa gallega ejemplares de esta especie, sobre todo juveniles, procedentes de las colonias de cría de las islas británicas.

Piden colaboración

Un invierno más la Cemma solicita la colaboración de pescadores y mariscadores, así como del conjunto de los ciudadanos, para que alerten de cualquier avistamiento a través del servicio de emergencias 112 o directamente en el número de teléfono de la organización, el 686 989 008.

Cabe incidir en que desde el año 2003 la Red de Varamientos de Galicia ha realizado un importante trabajo para la recuperación de lobos marinos varados en las costas gallegas.

Desde 1972

No está de más recordar que desde 1972 existen registros de lobos marinos en Galicia. Alfredo López, el máximo responsable de la Cemma, explica que hasta 1989, antes de que existiera la Red de Varamientos, fueron registrados doce ejemplares, la mayoría de foca gris, aunque también de foca capuchina y de foca barbuda (Erignathus barbatus), una especie de tamaño mediano que habita en el Océano Ártico y sus proximidades.

Ya entre 1990 y 2018 se encontraron un total de 206 lobos marinos, el 74.8% eran focas grises, el 7,3% foca capuchina y el 1,4% foca común, de puerto o foca moteada (Phoca vitulina).

Menos del 1% correspondió a lobo marino barbudo, foca ocelada o foca anillada (Pusa hispida), propia del Ártico, y foca pía o foca de Groenlandia (Pagophilus groenlandicus), una especie que habita en el Océano Atlántico Norte y el Océano Glacial Ártico. Un 14,7% fueron ejemplares no identificados, "aunque seguramente también foca gris en la mayor parte de los casos".