Vecinos de Valga denunciaron hace tres meses que en el entorno del barrio de Tarroeira y el Camiño do Regadío, "se acumulan todo tipo de residuos porque no pasan los barrenderos". A pesar del tiempo transcurrido, "la situación ha empeorado porque el Concello no hace nada para corregirla", insisten. Es por ello que vuelven a exigir soluciones tanto al gobierno de Valga como al de Pontecesures, ya que la zona en la que se acumulan los desperdicios se encuentra en el límite fronterizo entre ambas localidades. Más concretamente en el entorno de una conocida discoteca o sala de fiestas, situada justo al lado de la carretera Nacional 550. Es tal la acumulación de residuos que "no solo se proyecta una mala imagen, sino que se genera una situación insalubre que incluso propicia la presencia de ratas", insisten los ciudadanos. Y recalcan que sobre las aceras y en las fincas más próximas a la sala de fiestas en cuestión "se acumulan preservativos, botellas de plástico y cristal, botes y bolsas".