El bloqueo en el que se encontraba la Mancomunidade se había convertido en un serio problema para todos los concellos que la integran. No en vano, de no tomar la decisión de convocar el pleno de constitución, decisión adoptada por la secretaira, el ente corría el peligro de perder todas las subvenciones que destina a fomento del turismo, formación laboral y otras iniciativas sociales que se desarrollan desde ella. El motivo, no presentar la Conta Xeral y la liquidación del actual ejercicio en tiempo y forma.
Esa circunstancia no convenía a ninguno de los nueve municipios que conforman un ente que es totalmente voluntario, es decir, ninguno de los concellos está obligado a permanecer en la Mancomunidade, pero su unión les permite abaratar costes en determinados servicios y optar a ayudas europeas.
La secretaria del ente ya advirtió en un informe del pasado día 3 que no cabía retrasar más la convocatoria de la sesión constitutiva, sobre todo, tras rechazarse las medidas de suspensión cautelar solicitadas al juzgado. En ese informe también se le advertía a Durán que, en el caso de no convocar él la sesión, se desarrollarían los mecanismos legales para que la cita fuese designada por la secretaria.