Uno de cada cuatro vehículos que acuden a pasar la inspección técnica (ITV) en la estación de Vilagarcía no superan el examen, y se ven obligados a subsanar las deficiencias detectadas por los técnicos. Entre estas, las más habituales son las relacionadas con los sistemas de alumbrado y señalización.
La ITV de Vilagarcía se encuentra en el polígono industrial de Trabanca Badiña, y da servicio a toda la comarca de O Salnés. Según datos de la empresa responsable del servicio, SyC Applus, en 2018 obtuvieron el aprobado en la primera inspección algo más de 60.600 vehículos. Otros 19.500 acudieron a Trabanca Badiña para realizar una segunda revisión (el 32,1 por ciento con respecto a los que lo lograron a la primera), pero no todos ellos habían hecho la inicial en la estación vilagarciana.
Los datos de este año (hasta el 30 de noviembre) son similares, aunque el porcentaje de automóviles que acudieron a hacer una segunda inspección bajó cuatro puntos. Así, los técnicos dieron el visto bueno a la primera a un total de 58.000 vehículos (un 3,6 por ciento más que en el mismo periodo de 2018), y pasaron el examen en una segunda ocasión 16.800.
Esto supone algo menos del 29 por ciento del total, pero en la estación de Vilagarcía aclaran que el porcentaje de vehículos que suspenden la primera inspección ronda en realidad el 25 por ciento.
Este desfase se debe a varios factores, como que cada año se realizan en Vilagarcía en torno a millar y medio de inspecciones no periódicas (previas a la matriculación en España de vehículos comprados en el extranjero, o para verificar modificaciones en un vehículo, como el enganche de un remolque), o que en ocasiones la primera revisión se hizo en otras estaciones o en los puntos móviles habilitados para los ciclomotores o la maquinaria agrícola.
El porcentaje de propietarios de automóviles que tienen que volver a la estación tras haberse detectado en los mismos alguna deficiencia se mantiene estable a lo largo de los últimos años. En lo que sí se aprecia un ligero aumento es en los rechazos por las emisiones de los tubos de escape.
Las principales causas
Casi un 25 por ciento de los coches, furgonetas, camiones, autobuses y motos que suspenden la primera inspección deben regresar a la estación de la ITV por defectos en los sistemas de alumbrado y señalización. Es un dato que sorprende a los técnicos, puesto que si bien es cierto que las bombillas terminen fundiéndose con el tiempo, también lo es que se trata de una deficiencia fácilmente detectable por cualquier usuario. Con una simple revisión en casa, el propietario del vehículo se podría ahorrar la incomodidad de realizar una segunda visita a la ITV.
Carmen Fernández, portavoz de SyC Applus explica que el segundo motivo más frecuente de rechazo es el estado de los neumáticos, como por ejemplo el desgaste irregular de los mismos. Casi un 20 por ciento de los conductores que tienen que volver a la estación lo hacen por esta incidencia. "Los neumáticos son los grandes olvidados a pesar de su importancia para la seguridad" , subraya Carmen Fernández, quien hace hincapié en que al circular con unas ruedas en mal estado, "nos estamos poniendo en riesgo".
En tercer lugar, un 14 por ciento de los suspensos se deben a anomalías en el sistema de frenado, sujeto como los dos anteriores al desgaste normal del vehículo y sus componentes. Y, en cuarta posición, figuran las objeciones de los técnicos relacionadas con la emisión de partículas contaminantes. Cerca de un 14 por ciento de los automóviles tienen que repetir la inspección por este motivo. "Este porcentaje se ha incrementado en los últimos años debido al endurecimiento de la legislación", indica Fernández.
Para la portavoz de la empresa que gestiona la estación de la ITV ubicada en el polígono de Trabanca Badiña, lo fundamental para pasar sin sobresaltos las inspecciones y para reducir los riesgos en la carretera es, "ser rigurosos con el mantenimiento del vehículo", y acudir siempre que sea necesario a un taller mecánico para verificar que está todo a punto.
