La carretera Nacional 640, o lo que es lo mismo, la circunvalación de Vilagarcía de Arousa que accede desde la rotonda de Godos (Caldas de Reis) al puerto de la ciudad, fue escenario ayer de un espectacular accidente de circulación. En esta ocasión dos personas resultaron heridas, una de ellas de extrema gravedad, tras una brutal colisión entre dos turismos.

Todo sucedió poco antes de las diez de la mañana, a la altura de la parroquia de Rubiáns. Por causas que se desconocen, parece que uno de los coches, un Peugeot 206 que avanzaba en sentido a Caldas de Reis, habría invadido el carril contrario. En ese instante golpeó con virulencia al vehículo que venía de frente, cuando circulaban ambos por el tramo del citado vial comprendido entre las salidas del hospital y de Cambados.

Esa es la hipótesis sobre la que trabajaba ayer la Guardia Civil de Tráfico, después de que algunos testigos informaran a los agentes de que uno de los coches ya había invadido la línea continua un kilómetro antes.

Fue el conductor del primer turismo citado, un joven de entre 20 y 30 años, según el Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil de Vilagarcía, el que resultó herido de mayor gravedad.

Tanto es así que si bien fue inicialmente trasladado en ambulancia al Hospital do Salnés, una vez allí ordenaron su evacuación a un centro hospitalario de Vigo.

En el otro turismo, un Audi A3, viajaba una mujer, también como única ocupante. A pesar de la aparatosidad del choque que sufrió, resultó herida de carácter menos grave y permaneció consciente, siendo incluso capaz de telefonear desde el lugar de los hechos para alertar a su marido.

Como consecuencia de la brutal colisión, y dado que los restos de los vehículos quedaron esparcidos por toda la calzada, la misma permaneció cortada en ambos sentidos, sobre todo mientras se rescataba y trasladaba a los heridos al centro hospitalario.

Minutos después del accidente se reabrió uno de los carriles, dando tiempo al Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil de Vilagarcía para despejar completamente la calzada, antes de restablecer por completo la circulación rodada.

Este es uno más de los múltiples siniestros registrado en este vial de acceso al puerto de Vilagarcía, algunos de ellos con consecuencias trágicas.

Es una calzada de velocidad limitada a 90 kilómetros por hora que, a juzgar por los hechos, resulta extremadamente peligrosa, sobre todo cuando llueve y el firme está resbaladizo.