El escultor Christian Ignacio Alvarenga no solo reclama ahora los 500 euros que le corresponden como tercer clasificado en el último Simposium Internacional de Escultura al Aire Libre de la Festa do Marisco. También aprovecha para decir que trabajó "como un esclavo durante 24 días", aunque en realidad fueron 20. Esta apreciación no ha gustado nada en el Concello de O Grove, donde recuerdan que el concurso escultórico está regulado por unas bases muy claras. En las mismas se recoge, y así lo hace constar ahora el alcalde, José Cacabelos, que los tres escultores finalistas seleccionados, entre los que estaba esta vez el argentino, "llegan a O Grove con vuelos y demás desplazamientos pagados, tienen la estancia gratis durante 20 días y se les da manutención, es decir, desayunos, comidas y cenas, durante esas tres semanas de concurso, igual que se hizo siempre con todos los escultores que pasaron por este simposio sin que se recibiera absolutamente ninguna queja".
Esto lo lleva a decir que "volar gratis a O Grove y estar aquí con la comida y alojamiento pagados y con un premio asegurado no es trabajar como un esclavo".
