En su última asamblea, los integrantes de Agalcari se felicitaron por la consecución de la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de Galicia para las técnicas constructivas de carpintería de ribera. Pero también dejaron constancia de que este reconocimiento lleva consigo una serie de obligaciones, y ahora se conjuran para hacerles frente.

Se trata, por ejemplo, de crear un órgano de gestión que se encargue de elaborar un censo de maestros carpinteros de ribera, como también de validar los documentos técnicos en los que se definen los modelos tipológicos de las embarcaciones tradicionales gallegas o proponer medidas que salvaguarden este patrimonio. Así pues, los astilleros se ponen "manos a la obra" para, en colaboración con las Administraciones públicas, desarrollar las medidas contempladas en el decreto que les concede el BIC, "para que el fin perseguido con esta declaración se haga realidad".