Los niños de O Grove pueden aprender dónde se encuentra cada país del mundo, cuáles son sus costumbres o características fundamentales, se relacionan con un marcado espíritu de solidaridad, leen, estudian, juegan y se hacen mayores gracias al deporte. Sobre todo gracias a las Olimpiadas.
Esto es lo que busca el colegio público Valle Inclán, en el barrio de Ardia, donde ayer se puso en marcha una llamativa unidad didáctica en la que se escenificó el desfile de apertura de unos Juegos Olímpicos, con sus abanderados, sus atletas uniformados, su antorcha y todo lo necesario.
Ya se explicó hace días en la edición digital de FARO DE VIGO que es una forma diferente de formar a los críos, dándoles la oportunidad de familiarizarse con el espíritu olímpico.
Con "Lambetón"
Los Juegos de Ardia 2020, que tienen por mascota un pulpo de nombre "Lambetón", también propician que los alumnos tengan que investigar la historia de esta cita de relevancia mundial, así como familiarizarse con el contenido de la Carta Olímpica, en la que se explica que "el olimpismo es una filosofía de vida que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu".
Se trata, en definitiva, de "aliar el deporte con la cultura y la educación, y de crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales universales".
En esa dirección se trabajará durante el curso, y en ello se abundó ayer, en el transcurso de una ceremonia inaugural en la que cada una de las clases de los diferentes cursos se paseó representando a un país.
Y no estaban solos, sino que los acompañaron padres, profesores y deportistas olímpicos como los piragüistas Alfredo Bea, Isabel García Suárez y Teresa Portela.
