Con apenas un intervalo de media hora solamente, Cambados y Vilanova se esmeraron ayer en darle la bienvenida a la Navidad. Ya es tiempo de celebración en ambas localidades, una vez toda la ornamentación lumínica ya luce en todo su esplendor para alegría generalizada. Fueron muchos los vecinos y vecinas de ambas localidades los que se agolparon en el centro urbano para ver todo el músculo lucernario encargado de dar luz a estas fechas.

Vilanova se adelantó en media hora. La Aldea de Nadal fue el lugar que ayer estuvo superpoblado para presenciar no solo las luminarias, sino también una decoración que conquistó a todos los presentes y en la que no faltaba detalle. Incluso los árboles del lugar sirvieron de cobijo para la instalación de alguna cabaña que ambientó todavía más el propósito perseguido.

El paseo por el Xardín Umbrío se convirtió en una sorpresa continua en la que también captó la atención de los visitantes el autobús inglés. Decorado con fotos de Vilanova y con una capacidad para diez plazas tras el trabajo realizado por el departamento de obras municipal. Ese autobús dio el relevo en ese lugar a la locomotora que lucía allí el pasado año y que ahora ha encontrado acomodo en la estación portuaria.

Tampoco faltó el tradicional chocolate con churros cuya aceptación generalizada alcanzó todavía una mayor relevancia debido al frío reinante. También la fachada del ayuntamiento y el árbol navideño ubicado en la Praza do Castro también se sumó a la algarabía generalizada.

En Cambados tampoco se escatimó en gastos. El encendido de la campana de 12 metros de alto ubicada en la Praza do Concello capitalizó la mayoría de las miradas. A las 20.00 horas las calles del centro urbano y las parroquias del rural resplandecieron gracias a los 26.000 euros invertidos por el ayuntamiento en esta materia.

Los 67 arcos de luz en el centro, sumados a los 45 instalados en las parroquias, también se hicieron notar. Al igual que todas las macetas y farolas perfectamente engalanadas para la ocasión. Hubo incluso abetos de tres metros de altura que lucen en diferentes plazas como las de Fefiñáns y Asorei además de en la escalinata de San Tomé.

No faltaron los villancicos ni los aplausos en el momento en el que las luces de colores cobraron protagonismo. Por delante un mes en el que las noches serán menos oscuras en Vilanova y en Cambados, así como en el resto de una comarca que no es ajena a las fechas que ya se acercan.