Cada vez que las condiciones meteorológicas no acompañan, los semáforos de A Pantrigueira, que regulan un peligroso cruce en la PO-307 a su paso por Vilanova, se averían y dejan de funcionar. Eso fue lo que ocurrió la pasada semana, sin que, por el momento, se hayan desplazado técnicos de carreteras a solucionar el problema.
Los vecinos de la zona muestran su malestar con esta situación, que se repite demasiado a menudo, sobre todo por las dificultades que supone para los conductores acceder desde A Pantrigueira o desde San Roque do Monte a la PO-307, vial que une la PO-549 con A Illa de Arousa.
En ese punto se han registrado accidentes muy graves, motivo por el cual los usuarios consideran que deben ponerse en funcionamiento los semáforos, sobre todo en invierno. Es cierto que durante el verano pueden ralentizar el tráfico, pero "evitan muchos accidentes".