El marisco se paga caro, y más a medida que se acerca la Navidad. Pero sobre todo se cotiza alto, incluso en primera venta (lonja), cuando se trata de productos de máxima calidad. Y eso es lo que sucede con el bogavante vendido el jueves por la tarde en la lonja de O Grove por unos 127 euros, más impuestos.

Este bogavante, lubrigante, bugre, abacanto o como quiera llamársele, es un ejemplar de 3,3 kilos de peso que marcó el primer "mío", es decir, la tarifa mayor establecida en la rula para esta especie. Fue de 38,60 euros el kilo y los pagó la firma comercializadora Mariscos Trelles, aplicándose esa misma cotización a un total de diez kilos de este bien valorado crustáceo, mientras que los 1,75 kilos restantes de bogavante vendidos en la "rula" meca salieron a 29,75 euros.

Es, no cabe duda, un buen ejemplar, aunque, también es cierto, queda a cierta distancia de aquel otro, de casi seis kilos de peso y un metro de largo, que había capturado el pasado mes de febrero Rodrigo Ramos, un joven pescador de A Illa de Arousa.

Al hablar de esta especie, que puede pesar entre 300 gramos y cinco kilos, mientras que sus dimensiones pueden ir desde los 30 a los 75 centímetros de longitud, hay que decir que el bogavante subastado el jueves, sin llegar a la "talla XXL" de los productos que últimamente salen de los mares gallegos, se suma a una ya larga lista de productos dignos de mención por su importante tamaño y el interés que despiertan en las subastas.

En ella aparecen los pulpos de 5 y 7 kilos de peso localizados en enero en la ría de Vigo, la raya de 29 kilos capturada en San Adrián de Cobres (Vilaboa), también a principios de año, o los congrios de 31 y 22 kilos pescados en Cabo Silleiro (abril de 2017) y Panxón (junio de 2018).

Sin olvidar el rodaballo de doce kilogramos de peso capturado en abril por el "Nuevo Alcamar", un pesquero grovense de 14,10 metros de eslora que entró en servicio en noviembre de 1993 y emplea miños, nasas de pulpo, trasmallos y vetas en el caladero nacional de artes menores.

Aquel bicho fue subastado en la lonja meca por un precio de unos 24 euros el kilo, a lo que había que añadir los impuestos correspondientes, y acabó en los fogones del restaurante Taberna del Náutico, en Sanxenxo.

En ese ranking, desde luego, también se encuentra el rape de 38 kilos y 1,5 metros de longitud pescado en agosto a la altura de la isla de Sálvora y el cabo de Corrubedo por el barco que patronea Francisco Padín, el "Ariño".

"Ya habíamos capturado con anterioridad otros buenos ejemplares, alguno de más de veinte kilos de peso, pero un rape tan grande como este no lo habíamos visto nunca", confesaba entonces a FARO el experimentado pescador grovense, al tiempo que explicaba que el pez sapo en cuestión había sido capturado con el arte de las vetas.

Puestos a recordar, cabe citar a Miguel Barreiro, el propietario y chef del restaurante La Posada, en la calle Castelao de O Grove, quien en septiembre pasado cocinaba un bogavante de 5,2 kilogramos adquirido en la lonja coruñesa de Lira.

Para sorpresa de muchos, ya que no conocían esta receta, lo preparaba frito, junto a otro ejemplar de 3,4 kilos y alguna pieza más. Cocinar este crustáceo a la sartén es algo que cada vez parece tener más aceptación. También lo saben en el afamado restaurante D'Berto, donde el bogavante frito es uno de sus platos estrella desde hace doce años.