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Dos décadas de compost en A Illa

El Concello celebra los veinte años de implantación del sistema para eliminar residuos

Campaña de promoción del compostaje llevada a cabo en A Illa. // Iñaki Abella

Dos décadas después de la puesta en marcha del Plan Life en A Illa, el compostaje se ha convertido en una marca propia que hasta han copiado otros municipios o ha sido desarrollado en mayor profundidad por la Diputación de Pontevedra. La mayor parte de las personas que impulsaron aquella iniciativa recibirán el próximo viernes un pequeño homenaje en las jornadas medioambientales que se van a desarrollar en la localidad.

El compostaje a A Illa llegó muy poco después de su conversión en Concello, cuando la corporación que, por aquel entonces, presidía Manuel Dios, se encontró con el problema de la gestión de la basura. En un municipio que vive del mar y que aspiraba a vivir del turismo por aquel entonces, la eliminación de los residuos era algo que preocupaba y mucho, por eso la solución fue adherirse al Plan Life que la Unión Europea promocionaba en ese momento y que consistía en compostar los residuos sólidos urbanos que fuesen biodegradables. Eso también permitiría reducir los kilogramos que se enviaban a Sogama y ahorrar costes.

Aunque la tramitación para conseguirlo se realizó en la etapa de Manuel Dios, todo el Plan Life se acabaría desarrollando ya con Manuel Vázquez como alcalde. Llevarlo a cabo no resultó sencillo, ya que no se contó con el respaldo de la Consellería de Medio Ambiente de entonces que, incluso, llegó a amenazar con sancionar al Concello por las pruebas que se realizaron en la zona de A Bouza, donde se vieron las diferentes fórmulas para convertir en abono el compost de los residuos orgánicos. Fue ahí cuando se descubrió que el "toxo" era un elemento fundamental para conseguir un compost de calidad. Aunque sufrió diferentes altibajos, el proyecto consiguió salir adelante e implantarse con fuerza en A Illa, sobre todo después de que el Concello decidiese reducir la tasa de la basura a todos aquellos que participasen activamente en él. Hoy en día, reconoce la edil de Medio Ambiente, Gabrielle von Hundelshausen, están repartidos por A Illa cerca de 400 composteros, a los que hay que sumar los comunitarios que se han instalado en la zona de O Naval y que se pretenden ampliar. Cierto es que aquel Plan Life, por el que A Illa recibió un premio de la UE, era mucho más que composteros, era autogestionar la eliminación de residuos con una mayor eficacia, creando energía y apostando por la economía circular, algo para lo que todavía se están dando pasos.

La edil de Medio Ambiente se encontraba ayer en Croacia, en pleno viaje hacia Split, donde va a participar en un congreso del EUislands, el programa europeo en el que se busca una transformación energética para 26 islas del viejo continente. Al igual que el viaje a la Palma que se organizó el pasado mes de octubre, la participación en este congreso es sacar ideas para elaborar la agenda de transición energética en la que está trabajando el Concello. Esta agenda debe estar completada a lo largo del próximo año y en ella están participando también los sectores económicos y sociales del municipio. Esa agenda "definirá una estrategia que abarcará a todo el municipio, desde las viviendas particulares a los edificios públicos, pasando por los sectores productivos".

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