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Un autodidacta meco elabora maquetas de valor etnográfico

Antonio Caneda presenta cinco de sus obras en la Sala das Dornas

La exposición de maquetas de Antonio Caneda. // Muñiz

A Antonio Miguel Caneda Otero, popularmente conocido como Toño Caneda, muchos lo identificarán por su trabajo en la empresa Rodrimar, una firma comercializadora y cocedero de cefalópodos especializada en pulpo. Un producto que esta firma sirve cada año en eventos como la Festa do Marisco, con ayuda de cocineros como el propio Toño Caneda. Lo que la mayoría no saben es que en sus ratos libres también ejerce de artista, con la misma maestría con la que prepara el pulpo.

De manera autodidacta, para pasar los ratos libres que puede tener después de trabajar, y sobre todo aprovechando las jornadas de mal tiempo que no invitan a otra cosa, lo que hace este grovense de 52 años es dedicarse a elaborar verdaderas obras de arte.

Se trata de maquetas de tintes etnográficos que representan los lavaderos que se utilizaban antaño en el rural, molinos de río y otros muchos elementos que forman parte de la historia de Galicia y O Grove.

Cinco de esas obras se exponen en la Sala das Dornas de la casa consistorial meca, donde es posible constatar no solo su realismo, sino también la imaginación del autor, que no ha dudado en introducir a sus piezas los mecanismos necesarios para que tengan movimiento, de tal modo que puede fluir el agua en las piezas que representan pozos y molinos, al igual que mana el vino tinto de una botella con la que representa los tradicionales furanchos del rural.

Entre 75 y 100 euros

"A auga do monte", "O pozo das rochas", "O furancho", "O muiño da Coba" y "O lavadoiro municipal" son los títulos que ha puesto a las cinco obras expuestas, que no solo pueden verse, sino también comprarse, a precios que oscilan entre los 75 y los 100 euros.

El propio Toño Caneda, del barrio meco de Virxe das Mareas, explica tanto la ilusión con la que elabora estas maquetas como el tiempo, dinero y esfuerzo que invierte en ellas.

"Las elaboro con una base de poliestireno expandido, empleo diferentes recipientes para almacenar el agua e instalo circuitos y bombas sumergibles con los que moverla", relata el autor.

Pero eso no es todo. "Les pongo luces, uso silicona caliente para unir cada elemento y cubro todo con una pasta que simula la piedra, que es necesario pintar cuando seca, con extremo cuidado", detalla.

Algunas de las piezas las adquiere lejos, como las tejas que compra en una tienda de Leganés y le cuestan alrededor de 35 euros, solo para uno de los tejados de sus maquetas.

Al tiempo que manifiesta que sus últimas incorporaciones fueron el molino y el lavadero, en este caso "recordando aquellos que usaban tanto mi madre como otras muchas mujeres de O Grove", Toño Caneda sostiene que puede emplear en una sola maqueta alrededor de una semana, "dedicándole dos o tres horas diarias".

Dicho esto, y como hace la concejala y diputada Noemí Outeda, el artista anima a sus convecinos a acercarse a la casa consistorial para disfrutar de esta exposición, que estará disponible durante todo del mes, compartiendo espacio con la lista pictórica "Coa arte en Adicam".

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