El temporal impactó con fuerza ayer en la comarca de O Salnés, con rachas de viento que llegaron a superar los 100 kilómetros por hora, como quedó reflejado en la estación meteorológica que Meteogalicia tiene en la isla de Sálvora. Esa intensidad se notó en toda la comarca, pero donde se vivió con especial virulencia fue en A Illa de Arousa. Allí, los marineros llegaron a lanzarse al mar para salvar sus lanchas de la tercera y la cuarta lista que se encontraban varadas en la zona de O Cantiño. Algunos lo consiguieron, otros vieron como su embarcación acababa hecha añicos contra el paseo marítimo o literalmente hundida.

A muy poca distancia de allí, los bateeiros siguieron la evolución del temporal a pie de muelle, con toda la flota amarrada en los nuevos pantalanes, cuya única protección es un dique que frena el mar, pero no el intenso viento que ayer se vivió en A Illa. Los pantalanes aguantaron, con algún susto para los barcos que se encontraban más alejados de tierra, como pudo ser algún cabo roto, pero lo ocurrido ayer vuelve a poner de manifiesto la necesidad de construir un contradique de abrigo adecuado para una flota de más de 150 embarcaciones. Detrás del pantalán, el viento también provocó muchos problemas, ya que consiguió derribar un velero irlandés que se encontraba hibernando en tierra. Una ráfaga muy intensa lo acabó tumbando sobre un muro. Los daños fueron mínimos y no pasaron de varios rascazos en la pintura, pero tumbó unas vallas y quedó inclinado de tal manera que hubo que cerrar al tráfico uno de los sentidos del vial que comunica el puente con el muelle de O Xufre. Una grúa trabajaba, al cierre de esta edición, en levantar la embarcación.

Cambados fue otro de los puntos donde los servicios de emergencias tuvieron que atender un reguero de incidentes. Planchas en riesgo de precipitarse en la calle Carlos Maside, cierre del parque de Torrado, caída de árboles y un muro en la PO-300 en Vilariño o la caída de una farola en Corbillón fueron solo algunas de las incidencias a las que tuvieron que acudir. Los árboles fueron una constante en toda la comarca, con alertas en As Sinas (Vilanova) o en Catoira, donde hubo que cortar la carretera de Catoira a Carracedo durante una hora para proceder a su corte.

En O Grove, los servicios de emergencia tuvieron que acudir a la guardería de Rons, donde el viento provocó el desprendimiento de una cubierta de la entrada. Esa circunstancia obligó a sacar a los niños por una puerta lateral mientras Emerxencias procedía a su retirada. No muy lejos de allí, en la ría de Arousa, el viento provocaba la rotura de la cadena de amarre de una batea. Esta salió a la deriva y acabó en una zona próxima a la isla de A Toxa, siendo remolcada a su punto de origen posteriormente.

En Vilagarcía, el Servizo de Emerxencias aseguró un desprendimiento de piedras en la VG 4.3. También retiraron de la vía pública varios contenedores, en concreto, en la calle Rosalía de Castro y la avenida de Cambados, donde un vehículo sufrió daños. Los bomberos retiraron también varias uralitas que amenazaban con desprenderse.