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Las Mulleres Rurais de Cornazo: "Había hombres que hasta nos amenazaban"

Los inicios hace 25 años de la primera asociación de mujeres de Vilagarcía no fueron fáciles no solo por empezar bajo un palco, sino por el machismo más rancio de algunos vecinos

Marisol Iglesias, Maricarmen Somoza y Lucía Cardama, de las Mulleres Rurais de Cornazo. // Iñaki Abella

Los primeros pasos de la Asociación de Mulleres Rurais de Cornazo no solo fueron complicados por tener que reunirse y organizar las actividades bajo el palco de la fiesta (todavía no existía el centro sociocultural), sino por las actitudes machistas de algunos vecinos. "El primer año fue el más difícil. Tuvimos muchísimos problemas con los hombres, se pensaban que les íbamos a quitar a sus mujeres para no volver y nos decían que nos fuéramos para casa a fregar los platos. Incluso nos llegaron a amenazar". Son palabras de Maricarmen Somoza, una de las fundadoras de la primera asociación de mujeres de Vilagarcía, que echó a andar hace 25 años, en 1995.

Pese a los difíciles inicios, esta vecina de Cornazo de adopción (se crió en Alemania) todavía continúa hoy al frente del colectivo. "Las mujeres somos muy luchadoras y cuando nos apoyamos podemos hacer muchas cosas", reivindica la presidenta de "Os Borrizos". No obstante advierte de que ya está próxima a la jubilación, por lo que hace un llamamiento a otras vecinas más jóvenes para que tomen el relevo. ¿Y lo habrá? "Tiene que haberlo", confía.

Actualmente las Mulleres Rurais de Cornazo cuentan con 135 socias, la mayoría por encima de los 60 años. El récord en estos 25 años de trayectoria dinamizando esta parroquia del rural vilagarciano se situó en 142, por tanto el colectivo atraviesa uno de sus mejores momentos, con muy buena aceptación por parte de la aldea. Y ello a pesar de que recientemente fallecieron varias socias de avanzada edad.

Actualmente se están impartiendo cursos de calceta, bordado, pilates, informática, manualidades y cocina gallega. Pero desde los años 90 la oferta ha incluido más actividades.

Aprender a leer o a nadar

Maricarmen Somoza destaca como más importantes los cursos de alfabetización destinados a mujeres, allá por el año 1995-96, es decir, en el nacimiento de la asociación. "Había gente que veía revistas y que me decía que no las podía leer porque no sabía. Para mí era muy violento, y gracias a estos cursos aprendieron a leer y a escribir", recuerda la presidenta de las Mulleres Rurais de Cornazo.

También hace mención a los cursos de gallego y de graduado escolar, en este caso dirigidos tanto a mujeres como a hombres. Paradójicamente, algunos de los vecinos que las criticaban por su carácter emprendedor y feminista en la década de los noventa, que incluso las llegaron a amenazar, participaron en estos cursos. "Más tarde nos pidieron perdón", señala Somoza.

Pero no todo fueron trabas en los primeros años de la asociación, sino que las mujeres de Cornazo también contaron con ayuda, especialmente por parte de la concejala Ramona Castaño y por María Teresa Cuiña. También la asociación de vecinos de Cornazo, que les dejó 4.000 pesetas para comprar altavoces. "Las primeras sillas y mesas que tuvimos nos la regaló Manolo Cuervo, cuando era director del colegio", agradece la directiva.

Otra pata importante de la asociación son las excursiones. "Había gente que nunca saliera de aquí y fuimos a A Coruña, a programas de la TVG como Súper Martes, Luar o A Repanocha. Hay gente que me ve por la calle y me dice que gracias a nosotras sabe nadar, por el curso de piscina", concluye Maricarmen.

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