Durante todos estos años en la docencia, Folgar presume de haber dado clase a un buen número de generaciones de isleños, entre ellos, varios padres e hijos. "En los últimos años jugaba con ventaja a la hora de reñirles, porque antes que a ellos, le había dado clase a sus padres y sabía qué botones tocar para que se aplicasen", señala. También recuerda como en algunas ocasiones, cuando todavía no había puente que uniese A Illa con el continente, tuvo que acudir a la casa de algún alumno brillante para que sus padres les dejasen estudiar fuera. "Era difícil, porque suponía un gran esfuerzo para las familias y preferían que sus hijos trabajasen, pero gracias a ir puerta por puerta con alguno, conseguimos que hoy sean grandes profesionales en sus sectores", explica. En A Illa también tuvo tres de sus cuatro hijos, siendo atendida en los partos por el médico Luis Mochales, el abuelo de una de las ediles socialistas de Vilagarcía.