La polémica frase de Gonzalo Durán llegó dentro del carrusel de enfrentamientos que el alcalde de Vilanova ha mantenido con la Diputación desde 2015, cuando el bipartito PSOE-BNG se hizo con el poder en la institución. Prácticamente desde el inicio, Durán cuestionó decisiones como la paralización de las obras para ampliar el vial de Baión, las del auditorio de O Esteiro o la decisión de excluir el centro de talasoterapia del Plan de Reequilibrio Territorial. Precisamente por la primera y la última, Durán llegó hasta los juzgados. Aunque desde Diputación se han fundamentado esas decisiones en criterios estrictamente técnicos, Durán siempre ha alegado que se está haciendo un uso partidista del ente provincial.