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Pendientes de que todo salga bien

María Bouzas protagonizó la jornada al acudir a su mesa electoral con 103 años de edad

Minibús fletado por el Concello para Castroagudín. // Noé Parga

La jornada electoral en O Salnés fue muy tranquila, una circunstancia en la que coincidieron prácticamente los portavoces de los diferentes partidos desde casi la apertura de las mesas aunque la lluvia pudiera influir en un cierto desánimo matinal y a primeras horas de la tarde.

Aún así, once horas dan para muchas anécdotas y algún que otro incidente como en Vilanova donde se fue la luz a la hora del recuento o Meaño donde los populares tuvieron dificultades para contar con apoderados e interventores.

En Vilagarcía, el día transcurrió según lo esperado y hasta se cumplió con precisión británica el horario establecido por los partidos para que votaran sus líderes. Así se pudo ver a Modesto Pose, que revalidó su puesto de senador por Pontevedra, acompañado por el alcalde de Vilagarcía Alberto Varela o los ediles Tania García o Argimiro Serén.

En el Auditorio depositó sus papeletas Elena Suárez a la hora convenida cuando aún confiaba en que el PP obtuviera un cuarto escaño -el suyo- después del escrutinio. Y en el salón de al lado, en el que todavía siguen expuestos algunos cuadros de la exposición del Curtas, acudió el diputado socialista Julio Torrado en un ambiente artístico que ofrecía gran confort.

Pero algo más lejos, en Castroagudín, la sensación era menos dulce pues por primera vez este lugar de Cea se queda sin mesa electoral al bajar de 200 vecinos., alguno de los cuales eligió la furgoneta para acudir a su colegio para ejercer su derecho, una solución que gustó poco aunque los vecinos cumplieron.

Y si de incidencias se trata, la más grave ocurrió en el colegio electoral de O Montiño en Vilanova que se quedó sin luz justo a la hora del recuento de votos. Se buscó una solución provisional con un generador eléctrico que permitió encender una bombilla y sumar las papeletas.

Aunque si de mérito se trata, el de María Bouzas Senín quien a sus 103 años se empeñó en ir a votar a pesar de la lluvia y el frío, e incluso los consejos de su hija. "Xa estou de volta", dicen que expresó al llegar de nuevo a casa en taxi a eso del mediodía.

Por lo demás, las imágenes tradicionales de los niños más pequeños de la casa que ayudan a sus "papás" a introducir el sobre en la urna o personas que a pesar de sus dificultades y de las barreras arquitectónicas sortean todo tipo de dificultades para expresar su confianza política.

O Salnés cumplió y los resultados son los que son.

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