Milagros Pérez ha decidido regresar a su vivienda habitual en la parroquia vilagarciana de Cornazo hasta que se resuelva su situación de manera definitiva, retomando las negociaciones con un fondo buitre. Esta vecina de Vilagarcía había abandonado su casa por su propio pie tras haber llegado a un principio de acuerdo de dación en pago con el fondo de inversión, pero tres días antes de la firma, recibió una llamada a través de la que le comunicaron que debía saldar una deuda de 12.000 euros relacionada con una finca, que se sumaba a otros 23.000 euros que le reclamaban a su exmarido, actualmente en el extranjero. Es decir, un desembolso de 35.000 euros como condición indispensable para rubricar la entrega de todas sus propiedades a cambio de quedarse sin deudas. "Un abuso", considera la vilagarciana, madre de dos hijos.

Ahora Milagros Pérez estaba viviendo en un piso de alquiler en Sobradelo que le cuesta 400 euros al mes. Por tanto, al regresar a la casa embargada de Cornazo, perderá dinero que ya ha pagado del arrendamiento. Debido a la situación de incertidumbre en la que se encuentra, esta limpiadora asegura que continuará costeando el alquiler de este inmueble. "Es un trastorno, pero de mi casa no me van a echar, voy a luchar hasta el final", declara Milagros Pérez, que ha contado con la ayuda de Stop Desahucios Barbanza en este complicado y doloroso proceso de desalojo de su vivienda habitual.

Tras salir su caso en los medios, la vilagarciana ha recibido un sinfín de apoyos que agradece enormemente y que le dan más fuerzas para continuar luchando con el propósito de que esta pesadilla acabe de una vez para poder empezar una nueva vida.