La titular del juzgado de instrucción número 1 de Vilagarcía ha acordado la apertura de juicio oral con motivo del suceso ocurrido hace más de dos años en la Plaza de Galicia, cuando a un joven vilagarciano que caminaba por la calle le cayó una barra de hierro en la cabeza procedente de un edificio que estaba en obras. El caso se dirimirá en una de las salas de lo Penal de Pontevedra.
Así, se sentarán en el banquillo el constructor y el arquitecto de la obra en cuestión. También están acusadas dos compañías de seguros y otra persona. Todos ellos serán juzgados por un presunto delito de lesiones por imprudencia grave, por lo que se solicitan 18 meses de multa a razón de 70 euros al día para cada uno de los procesados.
Según consta en el auto de apertura de juicio oral, se pide que se indemnice a M. R. R., representado por la abogada Carmen Ventoso, con la cantidad de 421,05 euros por los 14 días no impeditivos, con 52,13 euros por el día impeditivo, con 829,84 euros por el perjuicio estético de un punto por la cicatriz en el cuero cabelludo, con 1.462,13 euros por la factura que reclama el Hospital do Salnés, y con 1.320 euros con motivo de los días de rehabilitación recibida en un centro de fisioterapia. En total, más de 4.000 euros.
Los acusados deberán depositar una fianza solidaria por importe de 5.447 euros.
Los hechos ocurrieron el 21 de febrero de 2017 pasadas las nueve de la mañana en la Plaza de Galicia, en el corazón de Vilagarcía. Un joven peluquero que trabaja en el centro de la ciudad caminaba por la calle, cuando recibió el impacto en su cabeza de una barra metálica que cayó desde un edificio que se encontraba en obras, en proceso de rehabilitación. El contundente objeto alcanzó una señal en primer lugar y posteriormente acabó golpeando al peatón, lo que le provocó una herida abierta en la cabeza. Hasta el lugar se acercaron multitud de personas para ayudar al joven, tal y como publicó FARO DE VIGO en su edición del 22 de febrero de 2017.
El edificio contaba con un cierre perimetral de seguridad de unos tres metros de altura, pero los andamios colocados a lo ancho y alto de la fachada no estaban cubiertos con las mallas plásticas de seguridad que acostumbran utilizarse en otros inmuebles en obras para evitar cualquier desprendimiento a la vía pública. Sin embargo, pocas horas después del incidente sí que fueron colocados estos elementos de protección.
El Concello de Vilagarcía también está personado en la causa como denunciante.
