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El delfín de Risso vuelve a pasearse por las Rías Baixas

El BDRI documenta por primera vez un grupo de estos cetáceos alimentándose de cefalópodos en la superficie

Uno de los ejemplares fotografiados mientras el grupo se alimentaba de cefalópodos. BDRI

El Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI) vuelve a dar cuenta de una grata noticia para la comunidad científica que, además, pone nuevamente en relieve la riqueza natural de las Rías Baixas. Y es que los investigadores y estudiantes de este centro, dirigido desde O Grove por el doctor Bruno Díaz López, han conseguido filmar un grupo de calderones grises (Grampus griseus) mientras se alimentaban de cefalópodos.

Las imágenes, que dan cuenta de lo mucho que agradan los calamares a estos mamíferos marinos, constituyen una aportación destacada en el ámbito de la investigación, por cuanto se trata de la primera vez en Galicia que el BDRI consigue este material, lo cual le permite documentar el comportamiento de esta especie mientras se alimenta.

Y no solo eso, sino que permiten constatar que, como la ballena blanca y otras muchas especies poco frecuentes por estas latitudes, de un tiempo a esta parte el calderón gris parece sentirse a gusto en las Rías Baixas.

Ya se advertía hace justamente un año, también a instancias del BDRI, que el calderón gris, conocido igualmente como delfín de Risso o arroaz boto, es propio de las aguas profundas tropicales y templadas de los océanos Atlántico, Índico, Pacífico y Antártico, frecuentando aquellas cuyas temperaturas superficiales oscilan entre los 13 y los 28 grados centígrados y mostrando querencia por los montes y acantilados submarinos, a entre 400 y mil metros de profundidad.Se mueve tras el alimento

Según la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (Cram), la mayor o menor disponibilidad de alimento hace que estos mamíferos marinos se acerquen puntualmente a la costa, sobre todo en islas oceánicas.

Es precisamente la abundancia de alimento la que en los últimos años parece haber intensificado la presencia de los grandes cetáceos en la costa gallega, propiciando la incursión del delfín de Risso en la ría de Arousa.

Un grupo de siete individuos

Así lo confirmó en su día el BDRI, que ahora, al referirse al último hallazgo, detalla que se trataba de un grupo de siete calderones grises que se alimentaban calamares, sepias y pulpos, asomándose con sus presas fuera del agua, siendo éste uno de los elementos más llamativos del avistamiento.

Y es que, como matiza el propio Bruno Díaz López, "este tipo de observaciones son muy raras, puesto que estos animales no suelen alimentarse cerca de la superficie".

Esta vez ha sido posible localizarlos, estudiarlos y fotografiarlos con un poco de fortuna y gracias a las condiciones oceanográficas, ya que propiciaron que las presas de los calderones "se desplazasen desde las profundidades hasta la superficie del agua".

Hace un año Bruno Díaz indicaba que, como en los precedentes, fueron avistados ejemplares de dicha especie acercándose a la costa gallega cada mes de septiembre, lo cual parece directamente relacionado con el hecho de que "en otoño abunden los cefalópodos, que forman parte de su dieta principal".

Dicho de otro modo, que utilizando a los delfines de Risso como bioindicador con el que evaluar la salud de las aguas, puede concluirse que su presencia es sinónimo de una mayor población de calamar, pulpo y otros cefalópodos tanto en la costa gallega como en el interior de las rías.

Los avistamientos del año pasado

El calderón gris es una especie poco estudiada a la que resulta complicado seguir en sus constantes desplazamientos por los océanos. De ahí la importancia de los avistamientos realizados por el BDRI, que mediante la fotoidentificación ha elaborado un censo en el que aparecen una treintena de ejemplares.

Gracias a este trabajo fue posible determinar en octubre de 2018 que los once ejemplares localizados entonces no habían sido observados en años precedentes, "por lo que podría tratarse de nuevos visitantes que llegan a nuestra costa siguiendo su alimento", explicaba Bruno Díaz.

Entre aquellos once delfines de Risso había dos recién nacidos y dos juveniles, de aproximadamente un año de vida.

Tras su localización dentro de la ría de Arousa, a la altura de la isla de Sálvora, siguieron viaje hacia Ons.

Características

El calderón gris tiene un cuerpo robusto, una cabeza ancha y redondeada, una aleta dorsal prominente y aletas pectorales largas y puntiagudas. Este animal se caracteriza por la abundancia de cicatrices alrededor en todo su cuerpo, causadas por otros individuos de la misma especie o por las confrontaciones con sus presas.

Cabe apuntar que las crías presentan tonos grisáceos que se tornan marrones y achocolatados en edad juvenil, mientras que siendo adulto, cuando puede medir unos cuatro metros de largo, este cetáceo pierde esa coloración en favor de un gris pálido, casi blanco, permaneciendo oscuras durante todo su ciclo de vida solo las aletas.

Esa pigmentación puede hacer que se confunda a los adultos de calderón gris con las belugas (Delphinapterus leucas), que sin embargo no poseen aleta dorsal.

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