El plan de necesidades sanitarias de la comarca de O Salnés que el PSOE solicitó ayer en el Parlamento a la Xunta de Galicia se ha quedado en agua de borrajas, así como el refuerzo de personal preciso para mejorar la asistencia a los pacientes. El vilagarciano Julio Torrado presentó una proposición no de ley que fue tumbada por el PP, argumentando que la Consellería de Sanidade ya está atendiendo en condiciones a O Salnés, si bien admite que hay un problema con la escasez de médicos.
Así, el desmantelamiento del Hospital comarcal llegó a la Cámara de O Hórreo sin visos de que se revierta esta situación en la que cada vez el centro de Rubiáns es más dependiente de Pontevedra. Torrado advierte de que desde que O Salnés fue relegado de área sanitaria a distrito un buen número de médicos han pedido el traslado, como es el caso de Medicina Interna, donde -según confirma personal del Hospital- actualmente solo hay un facultativo fijo.
"El resto son interinos o eventuales, con contratos inestables. Por tanto el servicio está cubierto, pero en condiciones muy precarias. Algunos solo vienen a hacer guardias", aseguran fuentes de la plantilla.
Hay servicios que directamente no existen en O Salnés, como son Cardiología o Neurología, cuyos médicos de Pontevedra se trasladan algún día entre semana a Vilagarcía para pasar consulta. Esto mismo va a ocurrir con Oncología, aunque por el momento no hay fecha. Se trata de que los pacientes con cáncer de la comarca no tengan que desplazarse a Pontevedra para realizar sus revisiones o tratamientos.
La fuga de médicos del Hospital do Salnés es una realidad desde hace tiempo. "Prácticamente en todas las especialidades vienen los médicos de Pontevedra de forma rotatoria para consulta, por lo que a la gente cada vez le toca un médico distinto", lamenta el diputado del PSOE.
En su exposición, Julio Torrado también hizo hincapié en las listas de espera, cuyos datos oficiales -dijo- no se corresponden con la realidad. "Hay personas que tienen que aguardar más de seis meses por una cita en servicios donde se afirma que hay cero esperas de ese tiempo", denunció el parlamentario arousano, que habla de "listas de espera en la sombra". En ese sentido aludió al nacimiento de la Asociación de Usuarios del Hospital do Salnés, formada por decenas de personas molestas con las abultadas demoras en la atención sanitaria.
Con respecto a la atención primaria, la situación no es mejor. La comarca arousana ha vivido "el peor verano de gestión sanitaria que se recuerda", carga Torrado. Y ello pese a que la población se duplica en la época estival. "En verano nos convertimos en la tercera comarca más poblada de Galicia y tenemos la mitad de médicos", recalca, en alusión a la grave escasez de personal registrada en los ambulatorios y en los PAC en los meses estivales. "En O Grove hubo un solo médico durante varios días cubriendo el trabajo de seis, el PAC de Vilagarcía con un solo equipo cuando debiera haber tres, el de Portonovo con profesionales a media jornada que tienen que marchar a Pontevedra a media mañana o facultativos pasando consulta a más de cien personas por turno en Cambados", ejemplifica el diputado del PSOE.
La formación del puño y la rosa demanda nuevos centros de salud en la comarca, con más urgencia en Vilagarcía y O Grove. Con respecto a la capital arousana, el PP acusó a los socialistas de estar enrocados con la ubicación del viejo edificio de la Comandancia, en la céntrica avenida de A Mariña, para construir un nuevo centro de salud. Torrado ya trasladó en más de una ocasión al Gobierno gallego que el Concello de Vilagarcía, con Alberto Varela a la cabeza, asumiría la demolición del edificio para dejar a Sanidade la parcela libre, pero no parece que vaya a haber acuerdo en este sentido. "Oleiros tiene dos ambulatorios, Ames también, A Estrada y Salceda de Caselas", dijo el diputado vilagarciano, mencionando concellos todos ellos más pequeños que Vilagarcía.
Con respecto a las ambulancias medicalizadas de O Salnés, Monforte y Foz, el PP afirmó en O Hórreo que "garantizarán la atención y el manejo de cualquier paciente crítico, además de incrementar la supervivencia de los infartados, de las paradas cardiorrespiratorias o ictus".
Dieciséis meses después de haber sido desalojado del local anexo de la Casa del Mar de Vilagarcía (para reformar el edificio) sin bajar la guardia, el club de jubilados que preside José Cao parece que por fin tendrá nueva ubicación. Los representantes del colectivo, acompañados de la concejala de Persoas Maiores, Tania García, se reunieron ayer en Santiago con el director de Inclusión Social de la Xunta, Arturo Parrado, y la administración autonómica y municipal se comprometieron a colaborar para encontrar un emplazamiento para los jubilados.
Parrado, como ya habían hecho en anteriores ocasiones otros responsables de la Xunta, volvió a insistir en la posibilidad de utilizar las instalaciones del centro social de O Ramal y el club la rechazó por enésima vez, argumentando que el centro ya está suficientemente saturado como para que se le sumen doscientas personas más, "una opinión que el gobierno de Alberto Varela comparte", señalan desde Ravella.
Así, Tania García y los directivos del club de jubilados ofrecieron a la Xunta dos alternativas. Una, que la administración sufrague el alquiler de un local que habría que acondicionar, y dos, ejecutar las reformas necesarias en un inmueble que ya sea propiedad de la Xunta. Tanto para el gobierno vilagarciano como para los jubilados esta sería la solución más sencilla, ya que no generaría gastos de arrendamiento y "la optimización de espacios probablemente sería más fácil, rápida y económica".
Por su parte, el director xeral, Arturo Parrado, se comprometió ante los pensionistas y la edil vilagarciana a estudiar las distintas posibilidades y a dar una respuesta en un plazo de pocas semanas.
